Los organizadores aseguraron que las movilizaciones seguirán abordando temas clave rumbo a las elecciones de 2024.
Decenas de miles de personas salieron a las calles este 5 de abril en más de 1,200 localidades de los 50 estados de Estados Unidos, en la que ya se considera la mayor jornada de protestas hasta ahora contra el expresidente Donald Trump y el empresario Elon Musk.
Bajo el lema “¡Manos Fuera!”, más de 150 organizaciones —entre ellas grupos de derechos civiles, sindicatos, colectivos LGBTQ+, asociaciones de veteranos y movimientos ciudadanos— convocaron las movilizaciones para expresar su rechazo a una serie de políticas y acciones que, aseguran, amenazan los derechos democráticos, sociales y económicos en el país.
Críticas centrales
Las protestas denunciaron recortes en servicios públicos, la privatización de infraestructuras, el trato a personas migrantes, el poder excesivo de las corporaciones tecnológicas y una preocupante erosión de las libertades civiles.
El empresario Elon Musk, dueño de X (antes Twitter) y Tesla, fue señalado como símbolo de la concentración de poder económico y tecnológico, particularmente tras los despidos masivos y políticas laborales en sus empresas.
Por su parte, Donald Trump fue duramente criticado por manifestantes y figuras públicas. John Dill, veterano de la Marina, comparó el estilo de liderazgo del exmandatario con “sus múltiples bancarrotas empresariales”.
Voces desde las calles
“Heather Love”, portavoz del movimiento Indivisible, subrayó que el mensaje de la jornada fue claro: “la ciudadanía está organizada y no permitirá retrocesos”. En tanto, la alcaldesa de Boston, Michelle Wu, rechazó firmemente las políticas que criminalizan a inmigrantes y vulneran derechos fundamentales.
Las manifestaciones abordaron múltiples causas, desde la seguridad social y la educación, hasta el derecho a decidir y la justicia ambiental. En Charlotte, por ejemplo, los asistentes exigieron políticas públicas más justas y una distribución equitativa de los recursos.
Las protestas seguirán
Los organizadores advirtieron que estas movilizaciones no serán aisladas: continuarán enfocándose en temas como el medioambiente, la protección del voto, el acceso a la salud y la defensa de las libertades civiles, de cara a las elecciones presidenciales de 2024.
Este día de protesta masiva deja claro que una parte importante de la sociedad estadounidense está decidida a marcar su postura frente a líderes y corporaciones que, consideran, amenazan el tejido democrático del país