El Director del Instituto Poblano del Deporte, Julián Haddad Ferez, llegó al cargo no por capacidad ni porque gusta de competir haciendo abdominales.
Siendo dueño de “Haddad Textil”, empresa que llevó a la quiebra, teniendo a la fecha una deuda legal con trabajadores que corrió sin indemnización, tenía fama de maltratar con el pie al personal. Hoy, hace lo mismo con empleados de los polideportivos, amenazándolos, despidiéndolos sin justificación y reteniéndoles sus quincenas.
Haddad, es dueño de una doble moral.
Enseña el rostro de la amabilidad públicamente, pero actúa como capataz cuando cree que nadie lo ve.
¿Será verdad que ya recibió la promesa de ser ratificado?
Lo dudo.
El pasado que lo condena cerca del PAN y el PRI, como empresario abusivo, mentiroso y tramposo, le hacen acreedor al PREMIO PINOCHO Y SU CORCHOLATA DE PATO PASCUAL.