“Saludo con afecto, respeto y reconocimiento al ingeniero Carlos Manuel Castaños Martínez, Subsecretario de Desarrollo Rural”, expresé aquel 4 de mayo del año 2000, en ocasión de mi toma de protesta como secretario de Desarrollo Rural del Gobierno del Estado de Puebla.
Carlos Manuel era un reconocido y experimentado ingeniero agrónomo, egresado de la Escuela Nacional de Agricultura. Por su trayectoria, experiencia y capacidad, era un referente nacional de la comunidad agronómica y campesina de México.
Autor de más de 15 libros, entre los que destaca “Testimonios de un Agrónomo”, el ingeniero Castaños y yo tuvimos una historia de coincidencias y desencuentros, compartimos responsabilidades dentro y fuera de la que, desde 1978, es la Universidad Autónoma Chapingo (UACH).
Recuerdo cuando un día de 1987, Jorge Gastélum, director de Economía Agrícola de la UACH, me presentó al ingeniero Castaños. Era un hombre de pocas palabras, con mirada intimidante con la que me recorrió de arriba hacia abajo. Mucho gusto -le dije-, sé de su gran trayectoria.
En ese entonces estaba por iniciar la contienda por la rectoría de la UACH y él venía precedido de una gran fama. Nuestro candidato era el director general del Patronato Universitario, Roberto Domínguez Castellanos
Recuerdo que por amplio margen y con una gran aceptación de la comunidad universitaria, las elecciones las ganó Castaños; reconocimos su triunfo y apoyamos a su administración en una muestra de gran civilidad política. Años después, el 18 de abril de 1989, gané la Dirección de Zootecnia de la UACH y fue el rector Castaños, quien me tomó la protesta correspondiente.
Como parte del Consejo de directores siempre tuvo mi respaldo y colaboración. Sin embargo, diferencias internas de su grupo político provocaron su salida de la rectoría.
Nos volvimos a encontrar hasta la campaña del licenciado Melquiades Morales Flores, como candidato a Gobernador de Puebla.
Él ingresó en 1999 como subsecretario de Desarrollo Rural, en una secretaría unificada con la delegación de la Secretaría Federal de Agricultura que encabezó el doctor Germán Sierra Sánchez. Yo, me hice cargo de la Delegación Federal de la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) en Puebla y Tlaxcala.
En el periodo 2000-20001, fui designado secretario de Desarrollo Rural, y el ingeniero Castaños fue nombrado director regional de la Aseguradora Agropecuaria (AGROASEMEX). Para el año 2005, nuevamente me desempeñé como secretario de Desarrollo Rural de Puebla (SDR) hasta el 2008 y, en sus inicios, tuve la fortuna de contar con la colaboración del ingeniero Castaños como director general de Servicios Técnicos y Extensionismo Rural de la SDR.
Carlos Manuel Castaños había tenido entre otros cargos: delegado de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) del Gobierno Federal en los estados de Sonora, Durango y Jalisco; había aportado sus conocimientos para resolver grandes problemas como el chahuixtle del trigo en el norte del país.
Siempre se preocupó por la seguridad alimentaria, la soberanía nacional y el combate a la pobreza del medio rural; siempre defendiendo el apoyo de servicios técnicos como la condición indispensable para mejorar las capacidades de los actores productivos y el mejoramiento de la productividad sustentable, cuidando los recursos naturales, conservando las semillas y los recursos genéticos.
Fue un muy prolífico escritor aportando un gran legado editorial, en más de 15 libros, en donde asentó sus experiencias, conocimientos y sus puntos de vista que siempre defendió con firmeza. “Testimonios de un Agrónomo” es uno de sus libros más conocidos y populares.
Podríamos coincidir o no, pero siempre nos respetamos.
Recientemente, el pasado 2 de enero 2023, inició su último viaje. Es una gran pérdida para la agronomía mexicana.
Seguro estoy de que Carlos Manuel es de esas personas que no se llevan a enterrar, sino que se llevan a sembrar para que su ejemplo germine y siga presente en la memoria colectiva de miles de campesinos e ingenieros agrónomos.
¡Hasta siempre Carlos Manuel!!