Ya está en el reclusorio Oriente el Diputado federal poblano, Saúl Huerta Corona, presunto violador y abusador de menores.
No se sabe si entre las sombras de la madrugada caminaba hacia la Fiscalía General de la República, pero el caso es que fue aprehendido por el rumbo de las instalaciones localizadas en Insurgentes Sur de la colonia Roma.
Había prometido que se entregaría hoy, en una demostración primaria de que todo es producto de una infamia de la mafia del poder.
Habría que preguntarle al supuesto profanador de honras a qué mafia del poder se refiere o a quiénes va dedicada su indignación, porque tiene que recordar que es denunciado por dos menores de edad que eran sus ayudantes que todavía no tienen derecho a votar; que fue cachado infraganti en un hotel de la Ciudad de México; que su desafuero lo realizó la Cámara de Diputados donde MORENA es mayoría; que es legislador (ahora independiente) por ese mismo Partido y que de ser encontrado culpable pasaría a formar parte de la mafia del poder a la que culpa de su desgracia.
Hay una grabación con la madre de uno de los jóvenes que habría sido drogado antes de ser abusado, a la que ofreció dinero para no ser perjudicado. Igualmente, existe el testimonio de los empleados del hotel y las historias bochornosas de las que teóricamente, hasta el momento, son sus víctimas.
Para San Francisco Totimehuacán, Junta Auxiliar de Puebla y sus 8 colonias, es un monstruo. No quieren saber de Huerta Corona, pues nunca hizo nada por la comunidad de la que es originario. Desde que era militante del PRI pedía dinero a cambio de promesas de ayudar a la gente a conseguir beneficios.
Como candidato por MORENA, Partido al que saltó y cuya dirigencia no investigó a nadie de los que engrosaron sus filas aprovechando que podían ganar sin ningún esfuerzo en 2018, tampoco ayudó a nadie.
Nació en San Francisco, se fue joven, pero regresaba a realizar negocios. Cuando quiso la candidatura ofreció que construiría un puente que diera seguridad al paso de la gente que utiliza la famosa panga. Nunca un gobierno había prometido algo semejante. No se sabe cómo es que la población le creyó semejante barbaridad. Bueno, posiblemente la ingenuidad fue factor.
El Diputado, ahora independiente al ser expulsado de MORENA 4 meses después del escándalo, siempre fue un politiquillo de medio pelo en el PRI, absorbiendo rápidamente la politiquería. Su mayor mérito fue haber buscado en 2012 una curul federal, perdiendo estrepitosamente, hasta que en 2018 olió el Movimiento de Regeneración Nacional, como muchos otros advenedizos con trayectorias grises y sin méritos para escalar posiciones.
No sé quién lo hizo candidato por el distrito 11, ganando con el 55.62 por ciento de la votación, porcentaje inusitado para un perfecto desconocido en la zona. La ola pejista lo arrastró al éxito.
Hoy, con 63 años de edad y siendo Abogado, enfrentará a la justicia mexicana.
Seguramente su defensa estará a cargo de su propio Despacho “Huerta Alcobas Segovia y Asociados”, que instaló con su esposa con la que procreó tres hijas.
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