La periodista aseguró que al presidente le llegó un mensaje donde su secretario de la Sedena le advertía, porque estaba perdiendo el control del Ejército ante el arresto del militar mexicano en EEUU.
De acuerdo con las indagatorias de la periodista Anabel Hernández, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue coaccionado por el secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, para negociar la liberación de Salvador Cienfuegos Zepeda, acusado de narcotráfico en EEUU.
El general Cienfuegos Zepeda, ex titular de la Sedena de 2012 a 2018, fue arrestado el 15 de octubre pasado, en California. Autoridades norteamericanas le acusaron de distribuir narcóticos y colaborar con el Cártel H-2, remanente de Los Beltrán Leyva. Pero tras pasar 34 días preso y a un día de su juicio, le fueron desestimados los cargos debido a negociaciones del gobierno mexicano con el Departamento de Justicia, de ese modo, el militar volvió a su país donde se espera sea procesado.
Sin embargo, la reportera investigó que fue el actual jefe del Ejército, Luis Crescencio Sandoval, quien alertó a López obrador porque la acción del país vecino causó un profundo descontento entre los castrenses, al punto de forzar al presidente para regresara libre a Cienfuegos Zepeda.
Como muestra de ello fue que AMLO cambió de opinión de un día para otro sobre el arresto del general. El 16 de octubre, cuando ni siquiera se habían cumplido 24 horas de la noticia, el presidente se mostraba un tanto gustoso y usó el caso para reforzar su discurso de que era “una muestra inequívoca de la descomposición del régimen”, usó las palabras “degradación” y “decadencia” para referirse al hecho.
Habló de una limpieza en el Ejército y así dar con quienes estuvieran vinculados a Cienfuegos, pues los cargos eran graves, la corrupción del narcotráfico hasta lo más alto de la cúpula militar y él no iba a “encubrir a nadie”. Sin embargo, al día siguiente reculó.
En una gira por Tapanatepec, Oaxaca, dijo a los medios que esperaría las pruebas y la presunta conducta criminal del general no manchaba a la institución. Se volvió a la defensiva y arremetió contra la Administración del Control de Drogas (DEA), que a decir de AMLO, decidía “como Juan por su casa” sobre los operativos que las Fuerzas Armadas solo ejecutaban.
Para cumplir su promesa de una limpia entre militares, según Anabel Hernández, López Obrador debió despedir primero a su secretario de la Sedena, pues éste fue nombrado por Cienfuegos, a quién era muy cercano
“(El presidente) nos tiene que explicar por qué por un lado abre la puerta al capital mafioso y por otro lado, al mismo tiempo, saca a cualquier observador internacional, cualquier agencia que quiere investigar. Por un lado le abro la llave a venga todo el dinero, no importa de dónde y por otro lado, váyanse todos los agentes extranjeros, no miren lo que está pasando”, añadió la autora de “Los señores del narco” (2010).
“Aunque AMLO y su gobierno afirman que la súbita reforma no tiene dedicatoria, de acuerdo a una investigación que llevo en curso los cambios a la ley sí tienen una dedicatoria clara y precisa contra la DEA, la CIA y el FBI, y es por eso que al interior de la llamada 4T ya le llaman la ‘Ley Cienfuegos’.
Apuntó a que no era casualidad que las dos iniciativas fueran discutidas en el llamado maratón Guadalupe-Reyes, correspondiente al periodo de asueto decembrino y donde la población está distraída en festejos, vacaciones, o preocupada por sobrevivir a la pandemia. Algo que ella calificó como un madruguete.