Si alguien piensa que terminaron las investigaciones en Puebla Comunicaciones sobre conspiración, desvío de recursos e intentos de desestabilización al gobierno de Miguel Barbosa, se equivoca.
El ex Director Pedro Gómez Castillo, está bajo la tormenta que empapa la presunta participación de Periodistas, igual que Mirna Zaldivar, Subdirectora Administrativa que traicionó al “Timbiriche” Maximiliano Cortázar para ser despedida, siendo rescatada por Sandra Izcoatl, a quien aparentemente también dio la espalda para entregar información confidencial a Pedro Gómez, manteniendo con éste contacto permanente.
A estas alturas, la señora Zaldivar se pavonea diciendo que está más fuerte que nunca; que por eso le aumentaron el sueldo. Mientras, sus “incondicionales” refieren que derramó lágrimas y lo que ha hecho es renegar de su amigo Pedro, con el mismo estilo de la traición que utilizará cínicamente cada vez que sea descubierta.
El tema lejos de apagarse, fue avivado con un desplegado de apoyo a uno de los Periodistas implicados, firmado, por los que así quisieron, para reclamar libertad de expresión y cese a la persecución a medios críticos, según su percepción y conveniencia.
En lo particular, en este momento, no estoy enterado de que existan amenazas o prohibiciones a los Periodistas de escribir o de hablar lo que se les antoje, como ocurrió en el sexenio de Rafael Moreno Valle Rosas, extendiéndose de manera disfrazada con Antonio Gali Fayad.
Fuimos varios los que sufrimos en esos 8 años de gobiernos ignominiosos.
Personalmente lo hice público casi a diario durante ese lapso, logrando solamente ser considerado “enemigo público” por funcionarios y hasta por miembros del gremio periodístico. Fui entrevistado en un par de ocasiones por Artículo 19 y nunca la organización fue capaz de enviar algún comunicado de inconformidad o que denotara el mínimo respaldo, como curiosamente lo hace ahora.
Los pocos medios de comunicación y Periodistas que nunca nos doblegamos ante el morenovallismo, nos curamos las heridas como pudimos.
¿SOLIDARIDAD del gremio?
¡Por favor, nunca ha existido!
Los que firman el desplegado referido, la gran mayoría, nunca tuvieron los arrestos para enfrentarse a Rafael Moreno Valle y Antonio Gali Fayad, por el contrario, buscaron estar bajo su tutela. Se retrataban con ellos para demostrar que eran de los consentidos y solicitaban la audiencia que les diera tranquilidad personal y en sus redacciones.
No dudaron en levantar la mano a Martha Erika Alonso durante su campaña y cuando los mafiosos Consejeros Electorales le otorgaron oficialmente el triunfo, destrozando a Miguel Barbosa y a todo lo que se relacionara con él.
Son parte de los añoran las figuras de Rafael y Martha Erika, sembrando dudas sobre el helicopterazo y lanzando acusaciones sin fundamento, exigiendo se esclarezca lo que ocasionó la tragedia del 24 de diciembre de 2018, incapaces de esperar el dictamen final de las empresas encargadas del peritaje que, por cierto, apunta a que no hubo atentado.
Cada cual enfrenta sus miedos y las circunstancias de la vida como mejor le plazca.
En este caso, sería interesante saber qué los hace mostrarse indignados, si ante el morenovallismo se hincaron, fueron medrosos, taimados, deseosos de formar parte de su simpatía y de los privilegiados receptores de prebendas.
Soslayan el complot en Puebla Comunicaciones y se olvidan de reflexionar que una Periodista, Verónica Vélez Macuil, fue uno de los objetivos de su estrategia nefasta.
¿SOLIDARIDAD periodística?… No me digan eso, es una ofensa a la inteligencia y sensatez.