Que el Presidente Andrés Manuel López Obrador y el Gobernador Miguel Barbosa, hayan presidido el informe de la reconstrucción de templos, vivienda, edificios históricos y escuelas, en el atrio de San Gabriel de San Pedro Cholula, nada tiene que ver con vulnerar las creencias religiosas ni con faltas de respeto a la feligresía ni a la fe ni a los franciscanos. Los intrigantes deben saber que los inmuebles de iglesias son bienes nacionales y que por eso es obligación del gobierno federal aportar recursos para reconstruirlos o restaurarlos.
El evento se hizo con respeto, conociéndose números concretos sobre lo que se ha hecho al respecto, luego de los temblores de 2017. Como también quedó en el aire la pregunta: ¿En qué bolsa pararon los recursos asignados para recomponer los desperfectos, que entonces manejó Antonio Gali Fayad, Gobernador por el PAN y sucesor del finado Rafael Moreno Valle Rosas?
En cuanto a la reactivación de la actividad en la mayor parte del país, no obstante que la pandemia se encuentra en la crisis más alta, el Presidente insistió en que no era tiempo de hacerlo, Barbosa, hizo lo propio a través de decretos. Muchos empresarios siguieron trabajando; millones de personas no hicieron caso; otro tanto más insiste en que no existe la peste y se junta con la postura irresponsable de los que dicen: “Yo salgo, de algo me tengo que morir”.
Cualquiera que fuera la forma de manejar el COVID-19-, los intrigantes golpistas la utilizarían para culpar al gobierno de la llamada Cuarta Transformación por los contagiados y muertos. El virus lo están aprovechando al máximo intentando desprestigiar a la autoridad, que la gente les crea y su enojo se vea reflejado en las urnas en 2021 y en la revocación de mandato de 2022, antesala de los comicios de 2024.
Si en la pandemia se utilizaban medidas estrictas, llegándose incluso al toque de queda como en otros países, hubieran llamado dictador al gobierno. No se hizo así. Entonces, para los golpistas, es débil o ineficiente y lo que pase con la vida de los mexicanos será una factura que tendrá que pagar.
La mala leche por cualquier lado.
Pero creo que se les cortó el lácteo de las vacas contentas.
Es la ambición por el poder y el dolor de los intrigantes golpistas de ya no contar con las prebendas que los enriquecieron, mientras las mayorías siguen en la pobreza.
Ayer, el Presidente López Obrador señalaba a la organización Antorcha Campesina como parte de los instigadores a la anarquía. Bueno, también están el PAN, el FRENAAA, empresarios, Periodistas, y Gobernadores del norte y el bajío. No son todos, apenas un puñado que viven de lujo y comen bien.
Los golpistas que sueñan con la caída del Gobierno de la República y de los Estados que comandan morenistas, trataron de confundir a la población de Cholula, vociferando que era una falta de respeto a la fe católica realizar un evento de tipo político en el atrio de la iglesia de San Gabriel. Al mismo tiempo, han maiceado a sus Periodistas para que escriban que es culpa de Andrés Manuel López Obrador y Miguel Barbosa Huerta el mal manejo de la pandemia, porque ahora han permitido la reactivación paulatina de la “nueva normalidad”, advirtiendo que se han desentendido de la seguridad ciudadana.
Ni una ni otra cosa, para su desgracia.