Los golpistas embozados existen, ya sea inmersos en el Bloque Opositor Amplio (BOA) o en el grupo que usted guste y con el nombre que se le ocurra. Y no es de ahora, sino desde que se percibía la llegada inminente de MORENA al poder.
Se recrudece, aunque los pendencieros y mañosos, entre los que se cuentan algunos políticos, empresarios, Periodistas, líderes de Partidos, ex funcionarios y hasta uno que otro morenista, se niegan a ponerse el saco y se desmarcan. Responden con el argumento de que es una cortina de humo y que los dichos del tabasqueño obedecen a su preocupación electoral de 2021, la revocación de mandato y 2024.
El documento que dio a conocer el Presidente Andrés Manuel López Obrador no es exagerado. En la misma medida lo expresado por el Gobernador Miguel Barbosa: “Y los Periodistas lo saben, lo saben”, parodiando la canción de la BOA de la Sonora Santanera.
No sólo Eukid Castañón Herrera debería estar siendo investigado; son muchos que están parapetados buscando pasar desapercibidos, mientras esconden sus armas y buscan incrustarse en un nuevo Partido con marca nacional. Ahí están Gerardo Islas Maldonado, Mario, Rodrigo y Susana Piña Riestra, Roberto Moya Clamente, Luis Bank Serrato, Antonio Gali Fayad, Víctor Carrancá Bourget, Mario Rincón González, nada más por citar unos cuantos vivales que fueron parte de la corrupción e impunidad morenovallista.
RECORDARÉ UNA COLUMNA reciente que escribí a propósito de Gerardo Islas Maldonado:
“Mijo Gerardito”, así solía llamarlo su papá cuando lo presentaba en las oficinas del PRI y de la CNOP de Puebla; igualmente en las instalaciones de comunicación social del viejo Palacio de Gobierno. Le enseñó a cobrar con la derecha y también con la izquierda, sin escrúpulos. Gerardo Islas Hernández, se decía y se dice Periodista apenas sabiendo redactar su nombre, pero fue el maestro de quien a la postre se convertiría en funcionario cercano de Rafael Moreno Valle y cómplice de Antonio Gali Fayad.
Gerardo Islas Maldonado, pasó desapercibido en la pubertad y de repente reapareció como ferviente admirador de Moreno Valle, lo apoyó y formó parte de su administración en la que, por cierto, tiene cuentas pendientes, bueno, si es que se las quiere abrir el nuevo gobierno en aras de castigar la corrupción e impunidad.
Nadie sabe de dónde proviene la fortuna que amasó ni cómo es que presumía su hermandad con Alejandro Basteri, hermano del cantante Luis Miguel, subiendo en las redes sus viajes de placer en el jet privado de Alex.
Borró, junto con su papá, todo rastro priista y sus antecedentes de haber vivido del añejo Partido como singulares “Periodistas”, mientras su tío Víctor Hugo Islas Hernández ocupaba la cartera de Presidente del Comité Directivo Estatal y se hacía legislador, para después buscar la gubernatura combatiendo ferozmente a Manuel Bartlett Díaz.
Islas Maldonado, carga señalamientos de haber defraudado a la SEDESO y de haber manejado a su antojo el PANAL con la protección de Elba Esther Gordillo, a quien incluso visitaba en el penal de Tepepan. El Partido lo heredó en Puebla a su papá, mientras se regodeaba bajo el manto de Moreno Valle.
Asimismo, no se olvidan las confrontaciones recientes con el Diputado por MORENA Gabriel Biestro, llegando a golpear a su Secretario en las propias oficinas del líder cameral, siempre en complicidad con Marcelo García Almaguer y José Juan Espinosa.
¿Ya fue perdonado y hasta reclutado en la Cuarta Transformación?
Solamente así se entiende que “Gerar”, como le dicen sus amigos Periodistas y funcionarios poblanos, esté al frente del grupo “FUERZA SOCIAL POR MÉXICO (FSXM), haya conseguido que el INE le validara, hace dos días, la asamblea nacional constitutiva realizada en la Plaza de Toros Arroyo de la capital del país, requisito para ser reconocido como nuevo Partido político.
Islas Maldonado, funge como Presidente de la Mesa Directiva de la Asamblea Nacional Constitutiva que, según él, “será el mayor vehículo para llegar al 2021”.
¿Quién está atrás de él?
¿Quién lo financia?
Sus paleros juran que FSXM, vinculada a la Confederación de Empleados y Trabajadores de México (CATEM), simpatiza en muchos aspectos con las políticas del Presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que por supuesto es una mentira.
El farsante Islas Maldonado combatió a López Obrador; siempre abogó por contrapesos para frenar al dictador, así lo mencionaría en incontables ocasiones. Veía en Rafael Moreno Valle al hombre del futuro como Senador del PAN y pronosticaba que se convertiría en funcionario federal del primer nivel cuando Rafita fuera Presidente.
Fue de los que lloró por la tragedia del 24 de diciembre de 2018, lanzando acusaciones a los morenistas.
¿Todo está olvidado y ha sido contratado como palero?
No lo puedo creer, aunque en política hay que esperar cualquier cosa.
Mire usted lo que declara el farsante Gerardo Islas Maldonado: “Que quede claro: Nosotros no somos iguales a otros Partidos, nosotros nacimos como una nueva opción gracias al hartazgo social emanado de la vieja guardia política, de aquella que logró el repudio de los mexicanos”.
“Apoyaremos la paridad de género que respaldará la cuarta transformación de la vida pública de la nación”.
“Nos esperan grandes retos por delante; el camino no será fácil; pero les aseguro una cosa: Estaremos a la altura de estos nuevos tiempos”.
Gerardo, Es uno de tantos PINOCHOS de la política.
Al mismo tiempo que su grupo Fuerza Social por México, otras cinco organizaciones buscan transformarse en Partidos: Redes Sociales Progresistas (RSP); Encuentro Solidario (PES); Grupo Social Promotor de México; México Libre y Súmate a Nosotros.
¿Cuántos de ellos actuarán de manera independiente y no de comparsas para desplazar al PRI, al PAN, al PRD, Movimiento Ciudadano y al PANAL, formando la nueva clase política que nada tiene de nuevo y sí de oportunista?
directorabcd_reflexiones@yahoo.com.mx