El territorio mexicano atraviesa por el pico más alto del Coronavirus. Los contagios crecen de manera alarmante en el norte;  mientras, Puebla, se mantiene en el lugar ocho tratando de controlar eventos masivos, reconvertir hospitales, concientizar la sana distancia y la limpieza ciudadana.

A estas alturas, hay gente que no cree en la pandemia. Se multiplican los videos al respecto en redes; se intensifica la versión de que el virus fue propagado de manera intencional y de que la vacuna que se prepara es para matar gente, no para sanarla.

Todo esto fomenta la zozobra, la desinformación y genera pánico. Sin embargo, entre la clase política parece que su preocupación principal radica en promover su imagen con miras a la elección intermedia de 2021, antesala del relevo presidencial en 2024.

Hay campañas abiertas de aspirantes a Diputados y Presidentes Municipales. Unos añoran la reelección; otros, van por la primera oportunidad dorada.

En este ambiente se tensa el enfrentamiento entre autoridades y medios de comunicación; Periodistas contra Periodistas; empresarios contra el Presidente; Gobernadores que son zarandeados por la crítica. Los oportunistas han olido en la pandemia el momento clave para derrocar a la Cuarta Transformación. Es una lucha sin tregua que dejará damnificados por el lado que se le vea.

El Diputado y viejo lobo de mil batallas, Porfirio Muñoz Ledo, señala sin miramientos a los que se han quitado la máscara que disfrazaba sus intenciones de conseguir una curul o una Alcaldía. Los grupos trabajan para su santo; no les importa que después del control del COVID-19- el hambre y la pobreza, el desempleo y el desastre económico, sean los huéspedes que aterroricen todo México como nunca en su historia.

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OJO: EL ÚNICO que parece no sufrir es el propietario de Televisión Azteca, Ricardo Salinas Pliego, manteniendo sus negocios abiertos, como Elektra, donde los empleados tienen que comprar sus propios cubrebocas, pues ni eso les da la empresa. Si se han de contagiar y morir, es algo que no interesa al protector de Javier Alatorre y su noticiero que se ha derrumbado.

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NADIE QUIERE hablar sobre el operativo en las calles del barrio de Jesús Tlatelpa, perteneciente a San Pedro Cholula. Ayer, se cumplieron tres días de que la Guardia Nacional mantuvo un cerco sobre la 8 norte y la privada de la 26 oriente, donde el viernes por la noche fue localizada una vivienda con paquetes explosivos y armas, de acuerdo a versiones de algunas personas que se dicen enteradas.

Por la madrugada de ayer se retiró el Ejército, quedando un par de patrullas en la vigilancia.

No es la primera vez que ocurre un hecho escandaloso por esta zona, en la que también se localizan oficinas que supuestamente pertenecen a una constructora del ex Gobernador Antonio Gali Fayad, sobre la calle 10 norte.

Se habla de que es obligatorio que la autoridad investigue a fondo, pues hay indicios de lavado de dinero en algunas inversiones inmobiliarias.

El viernes pasado, intempestivamente arribaron a la privada de la 26 oriente elementos de la Fiscalía General del Estado para realizar el cateo de una vivienda, siendo localizados explosivos y armas, siendo detenidos dos hombres.

No hay información oficial, como tampoco se sabe el nombre de los aprehendidos.

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LAMENTABLE que no haya acuerdos de colaboración entre el Gobierno del Estado y la BUAP.

¿Qué sucedió?

Creo que nadie quiere emitir una opinión contundente.

Priva la confusión política y sanitaria.

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EL BUAP HA DIFUNDIDO que por ningún motivo reconvertirá el Hospital Universitario en exclusivo para atender a contagiados por el Coronavirus, pues 25 mil personas dependen de sus servicios médicos en diferentes especialidades. No obstante, colabora en estos momentos de emergencia y sus instalaciones han sido certificadas como de alta efectividad.

Por su parte, la administración estatal hace su tarea en una de las etapas más complicadas, cuando apenas empieza la lucha por la consolidación política.

Hay que subrayar que la entrega de despensas es un éxito. Los más desprotegidos son atendidos, aunque de antemano es sabido que esto es insuficiente. A la lucha estatal se han sumado ejércitos de pobres que ayudan al pobre, tal es el caso del mercado Hidalgo; comidas Ely, en Agua Santa; tortillería Carmelita, en Palafox y Mendoza; afuera del Hospital General de Cholula, una tortería pone el ejemplo. El regalo es comida, frutas, verduras, tortilla, carne. No faltan los abusivos que teniendo posibilidades, se forman.

¿Y los empresarios?

Ellos a lo suyo.

El pueblo, el verdadero pueblo, no es su causa.

directorabcd_reflexionesyahoo.@yahoo.com.mx