-LA HISTORIA REAL.
Sociedad, venta fingida o prestanombres?
El dinero es su dios, creyendo que eso compra la respetabilidad, la honestidad y decencia.
¿Por qué el empresario Ricardo Henaine ofreció “misteriosamente” el periódico a entes gubernamentales, siendo rechazado, cuando se suponía que estaba más fuerte que nunca con una línea editorial sólida?
¿Por qué fingió escasez de dinero confiando que le iban a creer, pues no aparece su nombre en ninguno de sus negocios, como si no fuera dueño ni de la ropa que porta?
¿Por qué vender El Heraldo de Puebla –de ser cierto- a los empresarios que siempre consideró sus “adversarios”; a los que calificaba de malagradecidos; a los que hablaban horrores de él y del diario señalado de enemigo número uno del morenovallismo al que servían y se servían sin reservas, haciendo escarnio, al mismo tiempo, del Presidente Andrés Manuel López Obrador, Miguel Barbosa y MORENA?
¿Por qué finalizó la relación laboral con el personal, otorgándole bajo presión un finiquito ilegal de miseria y con una redacción falsa ante la Junta Local de Conciliación del Estado?
¿Por qué el engañó?
Son muchos los reporteros y Directores que fueron despedidos desde que en 2007 adquirió el cabezal y obligaciones del diario a José Gutiérrez Vivó y nunca fueron liquidados conforme a derecho.
Ejemplo: Uno de los fundadores de El Heraldo con 52 años de antigüedad, recibió 38 mil pesos dizque de conformidad, terminando su relación laboral de 2 marzo a 2 mayo de 2019 con Inmobiliaria HENA.
52 años se convirtieron en 2 meses. Casos similares abundan.
¡Vil canallada!
¡No existen contratos!
Inmobiliaria HENA es la que liquida siendo una persona moral “fantasmagórica” con quien nadie se contrató. No aparecen Ricardo Henaine ni el nombre de El Heraldo de Puebla en los finiquitos fraudulentos.
Nunca recibieron prestaciones los trabajadores, que tenían prohibido tácitamente enfermarse o quejarse de que no les alcanzaba el salario para comer y sostener a sus familias.
Los informantes confidenciales refieren: “Ricardo Henaine Mezher, es un empresario desprestigiado por sus trinquetes y sus problemas con el SAT, como señalan los reconocidos Periodistas Raymundo Riva Palacio y Ricardo Alemán. Evadió al fisco y tiene acusaciones vivas por 86 millones de pesos”; no es la primera vez que se ve involucrado en asuntos espinosos”.
Eso sí, es uno de los amigos del Abogado Juan Collado, defensor de Mario Villanueva Madrid, Carlos Ahumada por sus negocios con René Bejarano y representante legal de Raúl Salinas de Gortari.
Collado, recién aprehendido y encarcelado acusado de delincuencia organizada y lavado de dinero, lo tuvo entre sus invitados, a mediados de mayo de 2019, en la boda de su hija María del Mar Collado Dot con Gonzalo Zavala Junco, departiendo y degustando un humilde menú con distinguidas personalidades de la élite política y el espectáculo, consistente en ensalada de langosta con cítricos y vinagreta de mandarina; foie gras; consomé de perdiz con raviolón de ricotta; rack de ternera au jus con trufa; puré de papa rústico; ensaladita de arugula con granada; cheesecake de queso de cabra con sorbete de frutos del bosque; pastelito tibio de chocolate y buñuelo relleno de creme brulée con helado capuchino.
Cómo entender y creer que Henaine recurrió a sus “enemigos” José Hanan y Armando Prida, aseguran los informantes, para fingir la compra-venta de El Heraldo de Puebla, argumentando que tiene al periódico en los cuernos de la luna y van a sacar lo que quieran en la nueva administración de Miguel Barbosa, en el Ayuntamiento de Puebla, en la BUAP, en universidades privadas, en los municipios, en los Partidos políticos, entre funcionarios, ordenando a su flamante Director Erick Becerra, extraído precisamente del periódico Síntesis, acercarse a sus posibles clientes potenciales para ponerse a sus órdenes y ofrecer sus servicios, “porque ahora sí será diferente”, ya no habrá crítica, sólo elogios.
Ojalá le vaya bien.
Dicen que Pepe Hanan dará la cara y que tiene el dinero suficiente para comprar el diario.
Ojalá también le vaya bien.
Pero, ¿por qué no hizo su propio periódico desde hace mucho?
Junto con Armando Prida fue de los empresarios que se hincaron ante Rafael Moreno Valle y lo financiaron en su campaña de 2010; igualmente le prendieron veladoras y le rezaron a Antonio Gali Fayad y Martha Erika Alonso; no así Henaine, pero sus trampas y mentiras lo condenan. Hoy, está atrás esperando los frutos de esa “idea genial” de una sociedad que nadie sospecha, percibiendo que será un suculento negocio como la langosta y la ternera que le convidó Juan Collado.
Quienes lo conocen, advierten que no le gusta perder; hace lo que sea para ganar.
Hubo ojos que atestiguaron algunas de sus reuniones en los restaurantes “El Desafuero” y “La Churrasca”, para cerrar con sus socios el “gran negocio” de El Heraldo, me refiero al de Puebla, no al de México cuyo cabezal está en litigio.
VAMOS POR PARTES:
En lo personal, la única forma de cerrar mi ciclo como Columnista y Director General de El Heraldo de Puebla durante 6 años, es contando verdades; destapando traiciones y mentiras; evidenciando la forma de liquidar tramposa e ilegalmente a trabajadores con amenazas veladas de no pagarles si no firman, jugando con su dignidad y necesidades.
Asimismo, me resulta imperioso exponer ante la opinión pública la supuesta venta del periódico, con la insana intención de presionar al gobierno que encabezará Miguel Barbosa Huerta, a partir del 1 de agosto, para negociar convenios, canonjías, limpiar identidades de empresarios presuntuosos que adoraron y financiaron a Rafael Moreno Valle Rosas, ahora aliados de Ricardo Henaine, señalado por Abogados y Periodistas nacionales de evasor fiscal.
Soy hombre de esfuerzo, convicciones y lealtades, pero no respeto a quien no respeta.
No respeto a quien falta a su palabra empeñada y desconoce acuerdos justos y de hombría.
No respeto a quien manipula para saciar sus apetitos en perjuicio de quien sea.
No respeto a quien ofrece amistad y acuchilla por la espalda.
Creí que el enfrentamiento que sostuve con los corruptos Gobernadores Mariano Piña Olaya y Rafael Moreno Valle Rosas, saliendo magullado y adolorido por su persecución incesante, pero con mi prestigio intacto de 46 años de Periodista, era suficiente con la acumulación de experiencia, marcando un antes y un después; sin embargo, todo indica que Ricardo Henaine Mezher optó por sumarse a las bajezas de ambos personajes. Rafael, por cierto, ausente de la vida terrenal, víctima de circunstancias trágicas junto con su esposa Martha Erika Alonso.
Es penoso tener que remarcar que hago responsable a Ricardo Henaine Mezher de cualquier atentado físico o verbal contra mi familia y mi persona, conociendo su espíritu vengativo acostumbrado a negar atenciones recibidas y favores que lo beneficiaron.
No soslayo el ponderar que se me haya abierto la puerta de El Heraldo de Puebla en 2013, oportunidad que pagué con creces trabajando a cambio de un salario, escribiendo con mi estilo crítico y severo, aunque también con la sensibilidad para saber elogiar a quien lo merece. Nunca acepté venderme ni traicionar, le consta al hoy Diputado Marcelo García Almaguer, mano derecha de Moreno Valle cuando controlaba Puebla Comunicaciones.
Nunca participé en los negocios del empresario Henaine ni en convenios publicitarios; nunca me he prestado a utilizar el chantaje de pegar mediáticamente para recibir prebendas.
La primera vez que arribé como reportero a esa casa editorial fue en 1980, bajo la batuta del administrador Arnaldo Fernández y la jefatura de redacción de Mauro González Rivera. Guardo gratos recuerdos. Para entonces, quedaba atrás mi paso en deportes en el Novedades de México y el inicio en estas lides, a los 14 años de edad, en la sección policiaca de La Voz de Puebla que dirigía Raúl Torres Salmerón, empresa que era parte de El Sol de Puebla donde mi padre Ángel García López fue Director y miembro de la organización García Valseca durante 25 años.
Tampoco olvido la ingratitud, el engaño y la suciedad con que finge Henaine desaparecer el periódico con el logotipo rojo que suplió al azul y blanco tradicional, obedeciendo a una simple fobia ridícula, como si los colores o los títulos profesionales fueran garantía de honestidad y decencia.
Pudo haber hecho de su empresa lo que le viniera en gana, pero dentro de los cauces legales, sin engañar, sin afectar al personal que le sirvió valerosamente entre las peores carencias que puede vivir una redacción y teniendo de enemigo a un Gobernador poderoso. Hay constancia de las veces que fueron sujetos armados a las oficinas de la infamia en Chietla 911, La Paz, para aventar balazos a la fachada, en clara advertencia de lo que podría suceder. Hubo tres “robos” que guardó la administración y no se denunciaron. Creo que hasta el vecino Eukid Castañón se dio cuenta, pues tenía su oficina a una calle de distancia vigilada por policías las 24 horas.
Mi última columna aparecida el 28 de junio de 2019, la sinteticé en una frase: POR HOY, SILENCIO; DESPUÉS, HABRÁ MUCHO QUE CONTAR. No hubo más texto, apareció únicamente una plasta negra motivada por la prohibición del dueño Henaine de no decir en su periódico que se iba a “cerrar”, como dos días antes me lo hizo saber para comunicarlo a reporteros, fotógrafos y diseñadores. Esto, era sorpresivo para el personal, no para mí, pues lo sospechaba desde semanas atrás cuando dio instrucciones que no saliera impreso el diario, argumentando que no tenía dinero y que en el gobierno nadie le contestaba sus llamadas, acusando, incluso, a Javier Luna López de haberle hecho promesas en la Ciudad de México donde se habrían reunido, lo que parece un invento infantil.
Se tuvo que enviar el trabajo periodístico únicamente al portal vergonzoso de El Heraldo que, increíblemente desde que asumí la dirección, nunca lo manejó la redacción, sino que dio instrucciones a su sobrina Carmina Díez Henaine de entregarlo a su amigo que la hace de espía para tenerlo al tanto de lo que ve y oye en Puebla, Eduardo Rivera Santamaría, personaje con antecedentes penales y defraudación, según refieren los enterados que son muchos, así como las crónicas escritas que no se borran. Lo sucedido con el diario Uno Más Uno y sus propietarios de apellido Libien, tienen que ver con este episodio.
El acuerdo mío con Henaine fue personal desde que me contrató de frente en su oficina de Polanco. Era luchar contra la mitomanía, megalomanía, abusos y tiranía morenovallista. Parte de esos excesos le confiscó su predio que ocupaba “Valle Fantástico” por el que pagó 10 millones de pesos a título oneroso a la administración del Gobernador Melquiades Morales Flores; igualmente, los comodatos -pertenecientes al Gobierno- del Mesón del Cristo y el aeropuerto “Hermanos Serdán” sin seguir los protocolos legales.
Yo, era perseguido por el morenovallismo desde que ganó la elección de 2010, orillándome a cerrar mi Diario ABC Puebla después de 29 años de vida impreso, apareciendo desde esa época, hasta la actualidad, por internet.
Fue terrible el hostigamiento y agresiones que sufrieron mis hijos.
Henaine, minimizaba y hasta dudaba. Pensó que eran inventos para hacerme víctima y se erigiera un monumento al “héroe desconocido”.
Nunca dijo que la batalla era exclusivamente para reclamar lo suyo y apostarle a quien fuera opositor a Moreno Valle y Antonio Gali Fayad, para después pedir la devolución de “sus cosas”, la retribución de su inversión en el sostenimiento de El Heraldo de Puebla y la exigencia de un convenio que lo dejara satisfecho sin escribir una línea en el periódico ni exponerse a la tormenta morenovallista que soporté a pie firme.
La verdad es imposible de sepultar.
Nunca habló de que tenía convenios “ocultos” que cobraba su sobrina Carmina Díez como encargada de la administración. Creyó que nadie sabía.
Ni que sostenía encuentros con gente cercana al morenovallismo como Javier Lozano Alarcón, José Juan Espinosa y Gerardo Islas Maldonado, a quienes prometía no tocarlos, pero cuando no obtenía de ellos lo que deseaba, entonces pedía verlos destrozados. Y a decir verdad, el trío tenía y tiene tanta “cola” que no era ni es difícil reseñar sus travesuras.
Lo mismo hizo con Tony Gali y Juan Pablo Piña Kurckzyn.
Varios de los que serán funcionarios morenistas, fueron maltratados por Ricardo Henaine. Les mintió. El resultado fue el distanciamiento de ellos. Lo mismo sucedió con priistas como Enrique Doger Guerrero, Blanca Alcalá, Mario Marín y Manlio Fabio Beltrones, que han preferido pintar su raya.
No acepta Henaine que El Heraldo se hacía de milagro en un chiquero de redacción y que cuando yo llegué a trabajar hace 6 años, lo estaba vendiendo a su amigo del alma que se hace pasar como connotado empresario, Eduardo Rivera Santamaría. La reunión fue en las oficinas de Chietla 911 delante de todos los reporteros, editores, fotógrafos y personal administrativo. ¡Farsa auténtica!
Menos aceptaba que para él nadie merecía aumentos salariales ni prestaciones de ley. El Seguro Social (IMSS) puede constatarlo, para no ir lejos.
Ni soñar en pagar impuestos.
El SAT puede averiguar.
¡Ah… el nuevo Heraldo de Puebla!
Reitero la pregunta: ¿Sociedad, venta fingida o prestanombres?
Esto es solamente una historia de tantas.
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