¿Para qué sirve el fuero?
El Diputado Héctor Alonso Granados lo utiliza como patente de corso para asaltar curules y denigrar al Congreso del Estado poblano; traicionar al Partido que lo postuló y aliarse con algunos pillos de su misma especie para dividirlo; ofender a las mujeres en sus delirios misóginos; lanzar amenazas a Periodistas y a quien no comulga con su esquizofrenia; retar a golpes al Presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política cameral, Gabriel Biestro Medinilla.
El fuero, desde mi perspectiva, no debe desaparecer, pero sí regularse y retirarlo por abusos y comportamientos dignos de facinerosos.
Hay antecedentes del trío Alonso Granados-Gerardo Islas Maldonado y José Juan Espinosa, agrediendo a golpes a Biestro y su auxiliar.
Alonso Granados, el “saltamontes” que ha desfilado por varios Partidos que le ofrecen “hueso” y protección, continúa actuando de la misma forma cuando servía a Rafael Moreno Valle y Antonio Gali Fayad. Entonces, como acostumbra, recibía prebendas y protección en pago a sus servicios.
Hoy, ¿quién le dicta órdenes?
De todos es conocida su rabia porque el Senador Alejandro Armenta Mier no fue candidato a Gobernador. Era su gallo, afición compartida con José Juan Espinosa Torres.
Tampoco pudieron manipular a su antojo al Congreso. Era su tirada inicial.
Le gusta diciembre al Diputado Alonso Granados para orquestar sus gracejadas.
Mire usted lo que dijo en ese mes de 2013 a los Periodistas, siendo, aunque usted no lo crea, Diputado:
“Invito a los de prensa, si es que hay justicia también entre ellos, a que sean objetivos y equitativos. A que si quieren mantener un Estado de derechos donde se les respete, que hagan valer el respeto a los demás, porque en guerra civil nadie gana. Busquen libritos de historia, vean cómo les fue en 79 y 89 en Nicaragua y otros países, los primeros que aparecieron flotando en los ríos fueron los Periodistas”.
¡Clara amenaza de muerte!
Esto se dio al calor de una manifestación de simpatizantes de MORENA que organizaron frente al Congreso del Estado, precisamente en diciembre del segundo año de gobierno de Moreno Valle, al reclamar la actuación entreguista de los Diputados que, casi todos, eran sirvientes de Rafael, entre ellos Héctor Alonso Granados.
Por cierto, Eric Cotoñeto, entonces líder estatal del PRD, era empleado de Moreno Valle para combatir al morenismo. Ahí estuvo secundando al iracundo gorila Alonso Granados.
También en diciembre, pero de 2006, el entonces Diputado local Héctor Alonso Granados renunció al Partido Revolucionario Institucional, luego 30 años de militancia. Le valió un carajo los beneficios de los que gozó gran parte de su vida.
En una carta enviada a Mariano Palacios Alcocer, Presidente Nacional del PRI, Alonso Granados, argumentó que el PRI atropelló sus derechos políticos al desplazarlo de sus cargos legislativos.
“Fui borrado, inexplicablemente, como miembro del Consejo Político Nacional y sustituido por militantes que sólo tienen seis y tres años de militancia efectiva”. La misiva está fechada el 7 de diciembre del año referido.
Héctor Alonso Granados militó en el PRI desempeñando los cargos de Secretario Auxiliar del presidente del Comité Ejecutivo Nacional, Carlos Sansores Pérez; dirigente Juvenil, Regidor del Ayuntamiento de Puebla, Subsecretario de Gobernación en Puebla.
Anhelaba que le devolvieran sus prerrogativas luego de haber perdido la elección para Diputado federal.
Fue echado de la bancada de MORENA a mediados de 2019, renunciando hace un mes al Partido que le dio el triunfo, declarándose independiente.
Es una rémora eterna del presupuesto legislativo. No obstante, hace lo que se le antoja al amparo del fuero, ignorando que en este beneficio también hay límites.
A ver quién se los pone.
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