De siempre han existido los grupos opositores al gobierno en turno, incluso cuando solamente los chicharrones del PRI tronaban. La guerra intestina era entre priistas. El común de la gente no se percataba ni mucho menos imaginaba que la llamada “Dictadura Perfecta” resultaría, como todo, imperfecta.
La proeza de ganar un escaño, una gubernatura o la Presidencia de la República, residía en conquistar a los grupos poderosos que se pronunciaban a través de los tres sectores.
Al desgranarse el PRI que originó el surgimiento del PRD y el multipartidismo, la lucha se extendió, pero es la misma: Negociar, pactar, aliarse, jurar lealtad y traicionar, factores que se utilizan de acuerdo a las circunstancias. La confrontación por el poder disfrazada de democracia, continúa. Los opositores son eternos. Sucedió al llegar el PAN con Vicente Fox y Felipe Calderón; se recrudeció al retornar el Revolucionario Institucional con Enrique Peña Nieto y, ahora, es descarnada la batalla.
A la par de esto, no extrañan las descalificaciones, agresiones y ofensas al Presidente, Gobernadores, Diputados, Senadores y Alcaldes. No hay rubor ni miedo. Cualquier ápice de respeto se perdió. Hay periódicos que piden sin tapujos la renuncia del Jefe del Ejecutivo y abiertamente forman parte de la malquerencia. No hay disimulo para ir contra Andrés Manuel López Obrador, Miguel Barbosa Huerta, Cuitláhuac García y….etcétera y más etcétera.
El BOA (Bloque Opositor Amplio), del que dio cuenta el Presidente, aunque dijo que se enteró porque es un documento anónimo que le hicieron llegar, es real y existe tiempo atrás.
Reflexiones, es uno de los espacios donde se han dado nombres de empresarios, políticos, líderes de organizaciones, Periodistas y Partidos, que nunca quisieron el triunfo de MORENA ni el arribo de López Obrador a Palacio Nacional. Tampoco que Barbosa ocupara Casa Aguayo. Señalé que se veía venir una tormenta furiosa. Ante la lógica, no es cuestión de jugarle al Mandrake.
Lo peor que a esos enemigos naturales se le suma gente que está enquistada en MORENA que ganó un espacio político por accidente, porque se avivó subiéndose a la ola gigante morenista que arrasó en el país, aunque no tuviera méritos, experiencia o conocimientos.
López Obrador, no se inmutó en dar algunos nombres, de sobra conocidos, ayer durante su conferencia matutina, enfatizando que el documento que estaba leyendo es anónimo, lo que me parece no es así; el autor tiene nombre y apellido.
Inmediatamente surgieron las indignaciones y los deslindes. ¡Qué graciosos! Todos sabemos lo que está sucediendo. Los detractores son bien identificados, incluso los que pululan embozados creyendo que engañan.
En Puebla, Miguel Barbosa no ha cumplido el año como Gobernador y los lobos lo están cazando. Sienten que tienen acorralada a su presa y dicen que está en un tris de caer.
A nivel Nacional, las apuestas crecen a que la revocación de mandato será un frentazo para López Obrador; que el 2021 se vestirá de azul con todos sus aliados haciéndose de gubernaturas y la mayoría cameral y que en 2024 terminará la era morenista.
Es demasiado pronto para pensar en el relevo presidencial, dirán los incautos, pero no es así.
En Puebla, es peor, porque hay corrientes que han pensado en atentar contra la vida de Miguel Barbosa en la forma que sea, lo cual es aberrante. No exagero. Ahí está la historia reciente desde que empezó a buscar la candidatura y actualmente instalado en la gubernatura.
Multiplicar rivales no es aconsejable, tomando en consideración que no todos son malos o corruptos.
Calma, cordura, pensar antes de actuar, es lo que aconseja la sabiduría.
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UN EJEMPLO de lo expuesto es Alejandro Rojas Díaz Durán, Senador suplente de Ricardo Monreal y aspirante a Presidente Nacional de MORENA. Arremete contra Miguel Barbosa sin el menor disimulo. ¿Por qué la consigna?
Inocultables sus pretensiones, sus amigos y su lealtad incondicional a quienes le han prometido fortuna y ascenso político.