¿Por qué importa votar? Las elecciones judiciales y el desafío ciudadano

Ruy
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México se encuentra a las puertas de un acontecimiento inédito en su vida democrática: la elección directa, por primera vez en su historia, de jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial. Sin embargo, la expectativa histórica choca frontalmente con una realidad preocupante: a unas horas de estos comicios cruciales, la mayoría de los ciudadanos desconoce los candidatos, ignora cómo votar adecuadamente e incluso duda sobre las diferencias fundamentales entre los cargos a elegir.

UN DESAFÍO PARA LA DEMOCRACIA MEXICANA

Este 1 de junio, México no solo elige a sus juzgadores, sino que enfrenta una prueba crítica sobre el funcionamiento y la madurez de su democracia. Participar informada y conscientemente es asumir una responsabilidad histórica. La pregunta es clara y urgente: ¿Estamos preparados para cumplir con esta responsabilidad ciudadana?

UN PROCESO ELECTORAL HISTÓRICO

Este proceso electoral extraordinario del Poder Judicial de la Federación 2024-2025 es novedoso y único, derivado de la reforma judicial aprobada en septiembre de 2024, la cual establece que estos cargos serán elegidos mediante el voto popular. El próximo domingo 1 de junio de 2025, desde las 8:00 hasta las 18:00 horas, mas de 99 millones de ciudadanos están convocados para decidir quiénes ocuparán 881 cargos judiciales, que incluyen desde ministras y ministros de la Suprema Corte hasta juezas y jueces de distrito.

LA IMPORTANCIA POLÍTICA DEL VOTO

Históricamente, grandes culturas entendieron que votar era más que un simple acto administrativo: era un ejercicio profundo de responsabilidad cívica. Elegir magistrados y jueces significaba decidir sobre justicia y equidad. De hecho, gran parte de nuestro sistema jurídico actual se basa directamente de las prácticas políticas y jurídicas romanas. Hoy, México enfrenta una situación similar en términos de relevancia histórica: no se trata solo de elegir cargos, sino de definir el tipo de justicia que deseamos como sociedad.

PREGUNTAS NECESARIAS PARA EL CIUDADANO CRÍTICO

Este proceso histórico invita a reflexionar profundamente sobre la importancia y las implicaciones de nuestro voto. En tiempos donde la desinformación y la apatía pueden marcar el rumbo de la democracia, cabe plantearse con honestidad:

  • ¿Entendemos realmente lo que está en juego?
  • ¿Somos conscientes del impacto que estos cargos tendrán en nuestra vida cotidiana?
  • ¿Puede considerarse plenamente legítimo un proceso electoral caracterizado por tanta desinformación y complejidad?
  • ¿Cuál debería ser la obligación del Estado para informar claramente al electorado y asegurar que su decisión sea plenamente democrática?
  • ¿Conoce la diferencia de trabajo entre un juez y un magistrado?

La última pregunta no es menor. Un juez de distrito se encarga de resolver casos en primera instancia: revisa hechos, escucha a las partes, analiza pruebas y emite sentencias directamente relacionadas con conflictos cotidianos. En cambio, un magistrado pertenece a un tribunal colegiado y tiene la función de revisar, en segunda instancia, las resoluciones emitidas por los jueces. Es decir, mientras el juez actúa como la primera línea de decisión, el magistrado evalúa si esa decisión se apegó a derecho. Ambos ejercen la justicia, pero desde trincheras distintas y complementarias.

PROHIBICIONES Y RESTRICCIONES ELECTORALES

Es importante destacar que en esta elección los partidos políticos no participan directamente: no pueden promover o criticar candidaturas, ni tampoco comprar publicidad ni entregar beneficios a candidatos. La prohibición del financiamiento público o privado para las campañas ha derivado en que cada aspirante deba financiarse con sus propios recursos, con topes específicos según el cargo, siendo el más alto el de la Suprema Corte, que alcanza casi millón y medio de pesos, mientras que el más bajo es para jueces de distrito, poco más de 220 mil pesos.

Las restricciones sobre lo que no pueden hacer las candidaturas también son estrictas: no pueden comprar espacios publicitarios en medios, realizar campaña fuera de los tiempos estipulados por ley, ni usar materiales no reciclables o propaganda que afecte a menores. Sin embargo, pueden difundir propaganda impresa, asistir a foros, entrevistas, debates, utilizar redes sociales para informar sobre sus trayectorias y realizar visitas domiciliarias para explicar cómo votar por ellos.

¿CÓMO VOTAR CORRECTAMENTE?

¿Pero sabemos realmente cómo ejercer nuestro voto correctamente? El día de la elección, cada ciudadano recibirá seis boletas de diferentes colores para distinguir claramente los cargos que se elegirán: morado para Ministras y Ministros de la Suprema Corte, turquesa para Magistraturas del Tribunal de Disciplina Judicial, azul para Magistraturas de la Sala Superior del TEPJF, durazno para las Salas Regionales del TEPJF, rosa palo para Magistraturas de Circuito y amarillo para Juezas y Jueces de Distrito.

Para votar adecuadamente, será necesario escribir con números los dos dígitos de la candidatura seleccionada en recuadros específicos, colocando a las candidatas mujeres del lado izquierdo y a los candidatos hombres del lado derecho.

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