Los empleados, al trabajar desde sus hogares, son más susceptibles de ser hackeados, porque no cuentan con las barreras de protección, alertan.
Con la pandemia de COVID-19, los fraudes y robos de información clasificada mediante ciberataques se han incrementado de forma exponencial hasta en un 9 mil por ciento en México.
De acuerdo con el experto en ciberseguridad de MIT Analytics en Cambridge Massachusetts, Israel Reyes, México está muy rezagado en el área de ciberseguridad, por lo que en la “deep web” y “dark web” se vende la información de tarjetas de crédito y robo de identidad.
En entrevista con EL FINANCIERO, el analista asegura que, con la epidemia, aumentó no sólo el uso de dispositivos electrónicos con el teletrabajo, sino, consecuentemente, los ciberataques, ya que los empleados, al trabajar desde sus hogares, son más susceptibles de ser hackeados, porque no cuentan con las barreras de protección que sí tienen en las oficinas de sus empresas.
“Cuando la gente trabaja desde su casa puede ver páginas de internet que ya están infectadas con lo que conocemos como el código malicioso, el cual es un código de ciberespionaje, es decir, se infiltran en tu dispositivo, ya sea computadora o teléfono, y, a través de ahí, van obteniendo información para ver quién eres, dónde trabajas, qué haces, a quién conoces”, refiere.
El especialista afirma que durante la pandemia, las empresas que más ataques han recibido son los bancos y despachos de abogados.
“En la epidemia, la situación económica es débil y crítica, por lo que los hackers saben que ahorita donde pueden capitalizar es a través de hackear a las instituciones financieras, pero también de la infraestructura crítica y, también, a los despachos de abogados que son importantes porque se prevé que haya mucha reestructuración de deuda de las empresas que se van a tener que declarar en bancarrota. Los abogados van a tener que defender esas empresas”, subraya.
Para Reyes, antes de la epidemia, México ya registraba un incremento del 300 por ciento en ciberataques para realizar fraudes y robo de información, y ejemplo de ello es que, en noviembre y octubre del año pasado, se registraron el secuestro de información a Pemex, Banco de México y Banorte.
Por otra parte, la Red Internacional de Protección al Consumidor y Aplicación de la Ley alertó que en sitios web se venden tratamientos contra COVID-19 no probados, se ofertan artículos de protección como mascarillas y guantes, pero engañan para robar información personal.