La violencia no se acaba con violencia, ni el mal con el mal. La violencia no se resuelve con mano dura, cárceles o masacres”, aseveró el presidente
Ciudad Juárez. En el primer foro de consulta sobre paz y reconciliación, el virtual presidente electo Andrés Manuel López Obrador pidió a los juarenses que perdonen. Al escucharlo, las víctimas que estaban en primera fila –mamás de desaparecidos y masacrados, personas torturadas y desplazados– lanzaron gritos de “¡No! Sin justicia no hay perdón” y “ni perdón ni olvido”.
El futuro presidente dijo que respeta a quienes piensan así, pero en esta ciudad que ha sido llamada el “epicentro del dolor” insistió en que “olvido no, perdón sí”.
“La violencia no se acaba con violencia, ni el mal con el mal. La violencia no se resuelve con mano dura, cárceles o masacres. No creo en el ojo por ojo y diente por diente (…) si queremos aplicar la ley del Talión, nos vamos a quedar tueros o chimuelos, no creo en eso”, reviró.
El tabasqueño estuvo acompañado de quienes serán los encargados de los planes para bajar la violencia: Alfonso Durazo, el futuro secretario de Seguridad Pública, a quien se refirió como el responsable de los foros para la paz, y de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien estará en las comisiones, al igual que quienes serán subsecretarios (como el de Derechos Humanos, Alejandro Encinas), o encargados de la Unidad de Reconciliación, como Alejandro Gertz Manero.
Las medidas anunciadas por el futuro gobierno para explorar las vías para la paz son las despenalizaciones de la droga, las amnistías a prisioneros de delitos no graves relacionados con drogas y las comisiones de la verdad, entre otras.
Aunque desde la Casa Blanca estadunidense hubo ya un pronunciamiento de que no apoyarán la legalización de las drogas en México, desde la frontera norte López Obrador dijo que no importa si ello no gusta “a un gobierno extranjero”.
En el templete también estaba el gobernador panista Javier Corral, a quien las víctimas de feminicidio, desapariciones, tortura y desplazamiento que estaban presentes interrumpían a gritos y lo acusaban ante López Obrador por no atenderlos.
“Tenlo en la mira, López”, gritó desde la primera fila uno de los asistentes.
Entre el público también estaban las víctimas de la masacre de 15 jovencitos en Villas de Salvárcar –que en 2010 dio pie a la estrategia “Todos Somos Juárez”, con la que el panista Felipe Calderón prometía acabar la violencia.
Desde la llegada de López Obrador y su comitiva al auditorio de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), decenas de familias de víctimas se abrieron paso y forcejearon con guardias de seguridad hasta que Durazo dio la orden de que los dejaran entrar.
Posteriormente, cuando más personas se abrían paso y colocaban sus mantas con las fotos de sus familiares desaparecidos en el piso para que López Obrador las viera, desde el micrófono se pidió a los invitados especiales que se movieran de la primera fila y cedieran sus asientos a las víctimas.
“En este gobierno tendremos a las víctimas en el centro”, anunciaron, lo que generó aplausos.
Durazo anunció que, en la propuesta para alcanzar la paz y la reconciliación, el próximo gobierno no pactará con crimen y que se construirá una “receta mexicana” para pacificar al país.
A su vez, la ministra en retiro Olga Sánchez Cordero dijo que la paz no se logrará únicamente con amnistías, despenalización de algunas drogas o comisiones de la verdad por sí solas, sino que se requiere una política integral.