RODERICK GARCÍA RAMÍREZ
Se observa el movimiento de Blanca Alcalá, Juan Carlos Lastiri, Lorenzo Rivera, Lucero Saldaña, Alberto Jiménez Merino, Valentín Meneses Rojas, Víctor Manuel Giorgana, Enrique Doger Guerrero, por citar algunas de sus figuras.
Los dos primeros, Alcalá y Lastiri, con un cartel deplorable, señalados por intervenir en malos manejos como funcionarios, sin faltar que la ex Alcaldesa fue acusada de haber vendido su participación como candidata al Gobierno del Estado en 2016 para no hacer sombra al morenovallista Antonio Gali Fayad.
Rivera y Saldaña, con una imagen saludable, aunque la segunda ya es huésped permanente del Congreso de la Unión. Un trienio cobra en la Cámara de Diputados y otro en la de Senadores.
Jiménez Merino, estigmatizado como un priista decente, trabajador y conocedor del campo como pocos, sería un digno candidato a Diputado local o federal.
Meneses Rojas, tiene trayectoria, pero mucho que explicar en torno al marinismo y a su relación tormentosa con algunos medios de comunicación.
Víctor Manuel Giorgana, pagado de sí mismo, es considerado enemigo de las lealtades.
¿Y Enrique Doger Guerrero?
El ex Rector de la BUAP y ex Alcalde de la capital del Estado, es considerado el político más completo del priismo poblano; sosteniendo una buena relación con el líder nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno.
Experimentado, hábil negociador y talentoso en el discurso político para enfrentar adversidades, se erige como una de las cartas fuertes del priismo, a pesar de los pesares.
¿Candidato a la Presidencia Municipal de Puebla o a una diputación?
Néstor Camarillo, dirigente estatal priista, se encuentra en una verdadera disyuntiva, porque son muchas las candidaturas que deberá aprobar en los 217 municipios, Juntas Auxiliares y las Cámaras. Es su prueba de fuego 2021, sin duda.
www.diarioabcpuebla.com