Por: Sofía Paz
Apenas es el principio de la metamorfosis de los apologistas del ex Gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, Martha Erika Alonso Hidalgo, Luis Banck Serrato y Antonio Gali Fayad, sin excluir al Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Héctor Sánchez Sánchez.
En su momento, la gran mayoría de políticos y periodistas poblanos elogiaron hasta la saciedad a los citados y a su ejército. Se tomaron fotografías a raudales con ellos; los colmaron de adulaciones; casi les besaban la mano; genuflexos al verlos, casi derramaban lágrimas. ¡Cómo no!, eran los reyes magos que incrementaron sus fortunas con dinero, obras, concesiones y favores sin que nada ni nadie se opusiera.
El Magistrado Héctor Sánchez Sánchez, a estas alturas, es desconocido por los que se dijeron sus amigos. Por su parte, el titular de la Judicatura despreció a los que no le caían bien o no tenían una buena recomendación. Lo repudiable es de aquellos que le tendieron la mano y hoy se la sorrajan con sus comentarios de café, en los micrófonos de la radio o en los medios impresos y digitales, olvidándose de los favores recibidos.
Hubo quienes se tomaron la foto con Martha Erika Alonso Hidalgo después de ganar la gubernatura, a pesar del escándalo y sospechas de fraude electoral que nunca se han comprobado. En estos momentos niegan haberlo hecho políticos y periodistas, nada más que ahí están los archivos de la información, las notas y gráficas. ¡Qué poca vergüenza negarlo, a pesar de las evidencias contundentes!
Las ligas de Héctor Sánchez con Antonio Gali Fayad irán apareciendo en cascada.
No hay día en que el Magistrado pueda comer a gusto; termina indigesto.
Y, sin embargo, muchos de los apologistas del morenovallismo, que incluso adularon la toma de posesión de Martha Erika Alonso en el Tribunal Superior de Justicia, justo a medianoche en ceremonia similar a una misa negra de brujos, encontraron la forma de ser perdonados en los tiempos actuales para no quedar fuera del presupuesto.
La verdadera guerra por la sucesión en el sistema de gobierno apenas empieza.
Lo que usted ve y lee, es el inicio.
Hay tiempo suficiente para divertirse.