(Diario ABC Puebla)
Por: Sofía Paz
La ignorancia conviene al poder.
También tener a un pueblo desnutrido incapaz de pensar y decidir.
Sólo de esta manera se entiende la desaparición de las escuelas de tiempo completo que, además de significar un acto de discriminación contra las madres de familia que trabajan, violenta el derecho a la educación de 3 millones 600 mil niños y la alimentación caliente y nutriente de un millón 500 mil infantes que en este sistema les era proporcionado.
No se conformó el gobierno con la desaparición de las estancias infantiles; tampoco con las agresiones a la UNAM, universidades autónomas y privadas del país; las afrentas al CONACYT y el CIDE, tratando de instituir la Universidad del Bienestar que no da resultado, como tampoco lo dio el INSABI en materia de salud.
Las escuelas de tiempo completo era el lugar donde consumían su primer alimento los pequeños.
El registro es de 27 mil en todo el país, de las cuales el 51 por ciento están asentadas en zonas marginadas de México, una gran diferencia con el año 2007, cuando iniciaron su operación 441.
Su eliminación “significa un robo para maestros y directivos y muestra un desprecio generalizado a los derechos de los niños y adolescentes”, es el sentir magisterial y de los ciudadanos.
Se prefiere construir un estadio de béisbol en Tabasco, invirtiéndose más de 3 mil millones de pesos. Bueno, es que es el deporte que le gusta al Presidente.
No todo lo construido en gobiernos pasados fue malo; sin embargo, a criterio de la autoridad actual, lo heredado por Felipe Calderón Hinojosa significa, especialmente, una maldición que debe extinguirse, aunque gente inocente sea afectada.
No sería raro que el asunto termine en la Corte, no le hace que esto no garantice nada a estudiantes, madres de familia y maestros.