Cuando usted conoce parte de las propiedades del Diputado electo por el Partido del Trabajo en San Martín Texmelucan, Puebla, Mauricio Toledo Gutiérrez, no queda más que corroborar que su nombre, al igual que el de su homólogo, otro poblano, Saúl Huerta Corona, son sinónimos de la más vil impunidad.
Toledo, está escondido en Chile, la tierra del dictador Augusto Pinochet, decisión que tomó al saber que sería desaforado y que una orden de aprehensión caería sobre él, dejándolo sin posibilidad de ganar tiempo suficiente para intentar tomar posesión el 1 de septiembre en la flamante LXV legislatura, lo que le permitiría recuperar el fuero y quizá borrar de sopetón las acusaciones que pesan sobre él por enriquecimiento ilícito.
Sería inaudito que Toledo concrete su reelección y eluda su castigo.
Como inaudita es la tardanza del desafuero en contra del depredador sexual de jóvenes, Saúl Huerta Corona, quien fue defendido, en su momento, por el Diputado Ignacio Mier Velazco, al señalar que es su vida privada y puede hacer con ella lo que quiera en sus ratos de ocio.
¡Hágame usted el cabrón favor!
Toledo, fue Diputado de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal por el Distrito 30 local, de 2006 a 2009; Jefe Delegacional de Coyoacán de 2012 a 2015; Diputado de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal por el Distrito 32 local, de 2015 a 2018; Diputado al Congreso de la Unión por la vía plurinominal, de 2018 a 2021.
Nació en México y es Abogado por la UNAM.
¿Qué hace en San Martín Texmelucan representando al PT, aliado de MORENA, si no tiene residencia en el municipio del Estado poblano ni la gente lo conoce?
Ha sido beneficiado con cargos legislativos consecutivos de manera uninominal, después de ser asesor de Senadores y Diputados desde 1994, año en que incursionó en el gran negocio de la política carroñera afiliándose al PRD.
Increíblemente fue impulsor de la Ley Federal Contra el Lavado de Dinero, siendo parte de los promotores de la iniciativa para la reelección del Jefe de Gobierno y los Gobernadores, así como del paquete de reformas que creó nuevas leyes del sistema anticorrupción.
Fue como permitir que Nerón vendiera cerillos en la antigua Roma.
Con los cargos que ha tenido nunca le hubiera alcanzado para ser dueño de una extensa riqueza. Y todavía se quiso burlar en sus declaraciones patrimoniales, dando a conocer ingresos muy por debajo de la realidad.
Mire usted: Es dueño de una propiedad de 5 hectáreas en San Miguel Xicalco, en la Alcaldía Tlalpan. Está bien disfrazada y se construyeron caminos de piedra para llegar, disimulando el lujo entre un campo de fútbol, extensas áreas verdes, muros y arcos de roca. Su residencia veraniega es de dos plantas estilo californiana, con adornos y muebles de lujo, chimenea, comedor de finas maderas y un estudio con figuras de bronce. La propiedad la adquirió en 2011 durante su primera gestión como Diputado federal.
En ese entonces la propiedad valía 16 millones de pesos; hoy, está valuada en 25 millones, de acuerdo al dictamen de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
Es dueño de otros dos inmuebles en la Alcaldía Benito Juárez. Los informes dicen que uno está en la colonia Santa Cruz Atoyac con valor de 7 millones 550 mil pesos; el segundo en la colonia Letrán del Valle, que vale 3 millones 900 mil pesos.
Los estados de cuenta bancarios del prófugo alcanzan los 20 millones 826 mil 611 pesos, pero sus declaraciones las hizo por 9 millones 406 mil 624 pesos. Falta saber lo que transfirió al extranjero.
Por lo que respecta a Saúl Huerta Corona, ha dicho que es inocente y fue cobijado por la bancada morenista en San Lázaro, empezando por su coordinador Mier Velazco, quizá porque el delito le pareció no tan grave: SOLAMENTE VIOLADOR DE ADOLESCENTES en su ratos libres.
Fue pescado infraganti, lo dejaron en libertad y se tardaron casi 5 meses en retirarle el fuero.
Y aunque usted no lo crea, llegará a los tribunales bajo la presunción de inocencia.
Mientras, Toledo esperará el milagro de que alguien le abra la puerta y rinda protesta en San Lázaro para recuperar el fuero y posiblemente la LXV legislatura entrante lo proteja, al fin que es cuate.
Tiene 30 días para lograrlo, a partir de 1 de septiembre.
Digno homenaje a la corrupción e impunidad.
Los mexicanos no quieren otra Constitución, sino su cumplimiento quitando lo que no sirve y lo que permite su manipulación mañosa y cínica.