REFLEXIONES
Ignora la Presidenta Municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, que tiene la obligación de rendir cuentas, que debe ir aparejado al ejercicio de transparencia. No puede ir uno sin el otro en una sociedad que pretende ser democrática al menos en el discurso. Pero no es así y lo demostró al llegar a la sesión de Comisiones en el Congreso del Estado, entregar un informe, ignorar a los Diputados y retirarse a su refugio en el ayuntamiento de Puebla, no sin antes comprar un molote de tinga sobre la 5 poniente que fue comiendo entre vítores de su séquito.
Su ineficiencia y torpeza es palpable y vergonzosa. Esto no se tapa con patadas de Taekwondo ni arbitrando en campos de fútbol llanero ni apoyando el matrimonio igualitario y el movimiento pro aborto.
También desconoce Claudia que los gobiernos municipales tienen tres niveles de rendición de cuentas:
1.- Con el cabildo, que les debe exigir cuentas a los funcionarios municipales.
2.- De manera externa en que los gobiernos locales le dan explicaciones a la ciudadanía.
3.- Corresponde a la relación que guardan los gobiernos municipales con los gobiernos estatales y el Federal.
No se puede soslayar la importancia de la participación de los Congresos, ya que se trata de los últimos responsables de que los ayuntamientos cumplan y, cuando un ayuntamiento elude, los Diputados locales deben ser capaces de reconvenirlo para que lo haga.
Otros dos factores indispensables que deben existir para que haya una mayor rendición de cuentas, son congresos responsables y plurales y una buena procuración de justicia, lejos de la corrupción e impunidad.
Es evidente que hay un enorme rezago en la materia.
Expertos en el tema, advierten que lo que se observa es que la mayor parte de las veces los Congresos de los Estados no han hecho su trabajo y generalmente toleran y son omisos en exigir que los ayuntamientos cumplan con sus responsabilidades legales.
Los gobiernos estatales también podrían, mediante convenio, obligar y demandar que cumplan, pero también importa el papel de la SHCP como autoridad en el tema del PRESUPUESTO BASADO EN RESULTADOS. En general, todo mundo se ha hecho, “guaje”, es decir, no han exigido y eso ha generado una enorme complacencia e irresponsabilidad por parte de muchos municipios.
La rendición de cuentas es un acto de justificar y dar cuenta de lo que se hace; de los insumos; los resultados; las inversiones; la eficiencia y la legalidad con la que se actúa en cualquier ámbito, complementado con la transparencia, que indica el comportamiento interior de los ayuntamientos y los Alcaldes.
A estas alturas, es deficiente, incompleto y rezagado el comportamiento municipal. Vean el actuar valentón y grosero de Claudia Rivera Vivanco, erigiéndose como víctima de la persecución estatal y ambición de legisladores.
Nunca entenderá que no es lo mismo rendir cuentas, que transparencia y que hay instancias que le pueden exigir por sobre sus fantochadas y el actuar ligero de sus asesores políticos y jurídicos que ha utilizado para cumplir las leyes a medias o ajustarlas lentamente de acuerdo a su conveniencia, como sucede en otras entidades,
El resultado es una rendición de cuentas frágil que suele no tener al ciudadano como destino final y se concentra en la justificación del ejercicio del gasto, sin relación con el desempeño ni los resultados y con pocas posibilidades de incidir con éxito en las decisiones cotidianas.
Puebla capital es una trampa entre cientos de baches, hambre, miseria y la delincuencia creciente. Eso sí, la Alcaldesa invertirá para embellecer innecesariamente, en estos momentos, el centro histórico. Y si usted pregunta que ha hecho para combatir la pandemia del Coronavirus, la respuesta es: ¡NADA!
El desempeño de Claudia Rivera Vivanco y sus resultados han dejado mucho que desear, empeñándose en reelegirse o negociar una diputación que le brinde impunidad. Siente que tiene los apoyos políticos necesarios, al grado de enfrentarse abiertamente a los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Rendir cuentas no es solo informar, sino que se incluye la posibilidad de promover sanciones para los políticos, funcionarios o representantes que violen ciertas normas de conducta en sus funciones públicas, obligando a que el poder se ejerza de manera transparente, forzando a los servidores públicos a que justifiquen, expliquen, informen, evalúen todos sus actos; a que rindan cuentas sobre los resultados de su gestión, el logro de las metas asignadas y el buen uso de los recursos; así como a que asuman su responsabilidad plena para ejercer sus atribuciones y funciones administrativas en el marco de las leyes, reglamentos y normas que las rigen.
Información, cuentas que dar y responsabilidades de los funcionarios, son elementos indispensables para la rendición de cuentas y transparencia.
Parece que es mucho pedir, máxime en tiempos electorales donde nuevamente la lucha por el poder desatará la confrontación abierta.
directorabcd_reflexiones@yahoo.com.mx