REFLEXIONES
La resolución del Instituto Estatal Electoral de Puebla ha sido claro en su resolución: Diputados locales y Presidentes Municipales que busquen la reelección deberán pedir licencia para separarse de sus cargos 90 días antes de la campaña electoral que inicia el 3 de mayo y culmina el 2 de junio, 4 días antes de los comicios en el Estado donde se habrán de elegir a 2300 representantes populares.
Es decir, el 6 de febrero tienen de plazo para separarse de sus cargos.
Ojalá y los legisladores federales siguieran la misma dinámica, lo que garantizaría igualdad de circunstancias en la competencia.
Han sido aceptados 38 independientes, teniendo que conseguir el 3 por ciento de firmas de acuerdo al padrón nominal de electores. El que no pueda escuchará las golondrinas; no habrá prórroga como en 2018.
Créanme: Hay muchos pros y contras en materia de reelección, lo que hace necesario el debate de altura y normar su autorización definitiva que tenga como principal propósito la profesionalización de Ediles y legisladores, trabajo real en ayuntamientos y cámaras y un acercamiento verdadero de autoridades con los ciudadanos, lejos de la farsa que muchos han protagonizado a lo largo de los tiempos, privilegiando el beneficio personal, de grupo y de sus Partidos que los postulan.
El informe del IEE tendrá que ser publicado en el Diario Oficial del Estado para entrar en vigencia, pero mientras no se dé, tienen derecho los inconformes a impugnar la resolución ante tribunales.
Algo llama la atención: Los que antes refutaron la reelección aprobada desde 2014, lo hicieron pensando que se abría la oportunidad a la dictadura de Andrés Manuel López Obrador. Se les vino a la memoria Porfirio Díaz y la lucha de Francisco Ignacio Madero.
Cuando López Obrador firmó ante Notario que se irá a su rancho en 2024, reiterando constantemente que no le interesa alargar su mandato, rechazando en Coahuila la reelección de Alcaldes, los antes detractores de la continuidad en cargos de representación popular, se han convertido en sus más fieros simpatizantes, considerando que impedirlo es antidemocrático y un retroceso de más de un siglo.
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¿QUIÉNES conforman la Red de Periodistas de Puebla que con tanto ahínco se dice defensora de reporteros y fotógrafos?
Yo no sé quiénes sean y cómo es que nunca levantaron la voz desde 2010 a 2018 en que gobernaron Rafael Moreno Valle Rosas, Antonio Gali Fayad y, todavía en 2019, la decepción que resultó Guillermo Pacheco Pulido.
Los pocos Periodistas perseguidos nunca fueron defendidos por nadie. Ni siquiera por Artículo 19 que hoy se desgarra las vestiduras ridículamente.
Nuevamente recriminan a Miguel Barbosa, porque dijo el viernes pasado: “Aprende que cuando el Gobernador ya habló, ningún otro puede hablar”. Esto fue considerado como una agresión, violencia de género y acto de censura contra una reportera de El Sol de Puebla. Lo que no dijo la Red de Periodistas de Puebla es que el mandatario de refería a sus funcionarios, no a los reporteros.