Si se quiere impartir justicia en el asunto jurídico Mario Marín-Lydia Cacho, es menester que comparezcan todos los implicados.
Nadie apetece un acto de impunidad.
Tampoco que haya manipulación de ninguna índole.
Aquí no se trata de filias o fobias, de inventar o negar en un acto de subsistencia, sino de comprobación de hechos con declaraciones de los que fueron protagonistas, empezando por Marín y Cacho.
Que paguen los que han delinquido, pero sin crear historias falsas o incentivar venganzas o crear chivos expiatorios como los policías aprehendidos, que a nada conducen.
Han empezado a surgir hipótesis de los Periodistas amos de la verdad, como Nino Canún, que cita a Olga Sánchez Cordero como encubridora de Mario Marín y a Manuel Bartlett Díaz por haber hecho Secretario de Gobernación al hoy encarcelado ex Gobernador de Puebla, en una clara intención de golpear a los funcionarios del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Le falta señalar a Canún que es obligación interceptar a Kamel Nacif, Guillermo Pacheco Pulido, Adolfo Karam Beltrán, Blanca Laura Villeda y la Juez Rosa Celia Pérez, piezas clave en el entramado.
Ya está en el CERESO Valentín Meneses Rojas, por haber violentado la legalidad como Secretario de Gobernación en el sexenio marinista dejando en libertad anticipada a 30 delincuentes; vender ilegalmente terrenos, viviendas municipales y por no justificar plenamente la compra de su Notaría en 10 millones de pesos.
No sé si Valentín tenga algo que ver en el caso Lydia Cacho, pues él era Director de Comunicación Social, siendo sucedido por Javier Sánchez Galicia, quien terminó por traicionar a Marín desde 2010, sirviendo a Rafael Moreno Valle Rosas. Javier, Es un sujeto que hace lo indecible con tal de seguir cobrando del erario o del bolsillo de los ingenuos que creen en su “erudición” periodística y mercadotecnia.
No le cuentan las cosas completas o las altera Nino Canún, pues no cita que Marín fue Subsecretario de Gobernación con el ex Gobernador nefasto Mariano Piña Olaya; tampoco que fue Presidente Municipal de la capital y que ha surcado la política durante más de 40 años.
No comprendo cómo es que olvida Nino Canún puntualizar lo que sabe de sus patrones dueños del periódico UnomásUno, Naim Libien Kaui, aprehendido en 2016 por defraudación fiscal equiparada y Naim Libien Tella, a quien en 2015 el Departamento del Tesoro de Estados lo ligó con un Cártel. Por cierto, tampoco ha dicho que el primero es primo de Ricardo Henaine Mezher, el empresario poblano involucrado en varios escándalos, entre ellos evasión al fisco.
Aborda o elude los temas que le convienen. Todo depende de sus intereses del momento.
Y si se trata de poner las cosas en orden, tomando como sustento jurídico (así parece) el libro “Los Demonios del Edén”, de una vez que busquen a Emilio Gamboa Patrón, Pedro Joaquín Coldwell y Miguel Ángel Yunes Linares, para que respondan por actos criminales de pederastia, trata de personas y tráfico de seres humanos que comandaba Jean Succar Kuri, quien actualmente purga una pena de 108 años de prisión.
La justicia obliga a que de una vez se den a conocer los 23 personajes que tienen guardada parte de su fortuna ilegal en Andorra, uno de tantos paraísos fiscales, empezando por Carlos Salinas de Gortari y su hermano Raúl, Alfredo del Mazo, Mario Marín, entre otros que son mencionados extraoficialmente.
¡Justicia!, es el clamor popular desde hace muchos años, pero no selectiva ni sesgada.
Falta ver qué sucede con el morenovallismo, la banda acusada de crímenes, despojo, espionaje, persecución y quebranto de las finanzas del Estado de Puebla.
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