Está por llegar a Puebla, ocupando como sede de la SEP federal lo que fue alguna vez el Fuerte de San Javier o Iturbide, construido en 1863, con 120 metros de frente y 220 metros de fondo, durante el sitio de Puebla; luego, se convirtió en la Penitenciaría del Estado que tuvo como huésped al tristemente célebre “Capitán Fantasma”; posteriormente se transformó en el Instituto Cultural Poblano y últimamente en Juzgados.
El traslado es parte de la descentralización educativa.
Arribará entre cuestionamientos anónimos del magisterio y de la maltrecha impartición de justicia.
Por cierto, no hay manifestaciones de protesta de los líderes del SNTE ni de la CNTE, como si en ello les fuera la vida sindical.
La Secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez, quien asumió el cargo en diciembre de 2020, sustituyendo a Esteban Moctezuma Barragán, que se fue de embajador de México en Estados Unidos, fue encontrada culpable de retener el 10 por ciento del salario de empleados del municipio de Texcoco, cuando fungió como Alcaldesa para destinarlos al MORENA, siendo multado el Partido con 4.5 millones de pesos por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
¿Sanción penal?, ninguna, pues el TEPJF no tiene facultades para ello.
Nadie ha levantado denuncia alguna, seguramente por ser protegida del poder en turno.
Delfina Gómez, primero mintió negando el hecho en 2017; no obstante, en el mismo año, ante el cúmulo de pruebas y denuncias, aceptó públicamente que se aquedaba con el 10 por ciento del salario de 200 empleados municipales para favorecer al morenismo que les había dado trabajo.
Cinismo puro.
Entre la mafia se conoce como cobro de derecho de piso, pero siendo en MORENA, es una APORTACIÓN A LA CAUSA. Por si fuera poco, aseguró que el diezmo era entregado por voluntad propia de los trabajadores.
Parte del dinero fue utilizado para su campaña a la gubernatura del Estado de México, que a la postre perdió.
Fue acusada también de desviar 55.5 millones de pesos del Fondo del Ahorro de los Empleados.
Despojó de sus pensiones alimenticias a 50 mujeres divorciadas con hijos.
Al dejar la Presidencia Municipal, se otorgó, así misma, un automóvil de lujo de medio millones de pesos y una bonificación extraordinaria de 217 mil 279 pesos, más 220 mil 191 pesos de finiquito laboral. Los documentos de prueba existen y no pasó nada; por el contrario, fue abrazada con el afecto presidencial.
No mentir, no robar, no traicionar.
Ninguna de las premisas cumplió Delfina Gómez.
Todo se le perdona en nombre de LA CAUSA.
Delfina, sinónimo de corrupción e impunidad, es parte del plan de la educación nacional.