REFLEXIONES
Lo conocí siendo yo un niño.
Al paso de los años me consideró su amigo; no hacía falta, para mí ya lo era desde que supe de su gran amistad con dos enormes Periodistas, Enrique Montero Ponce y mi papá Ángel García López, ambos Directores de El Sol de Puebla en tiempos distintos, cercanos al Coronel José García Valseca, quien hizo de la Cadena de los Soles, hace más de medio siglo, uno de los medios de comunicación más importantes del país y en el que tuve la fortuna de iniciar mi carrera de Periodista hace 47 años.
Rafael Moreno Valle Sánchez, todavía acrecentaría los lazos fraternos con quien esto escribe.
Aparte del gusto mutuo por el dominó y la tertulia, fue un gran aficionado al béisbol, llevándolo a convertirse en dueño de los Pericos de Puebla. Pero también le apasionaba el fútbol, no sólo como simpatizante del equipo de la Franja y directivo de los Lobos BUAP, sino también como jugador en su juventud. En una de tantas charlas que tuvimos, me dijo: “Fui amigo de tu padre, pero antes fue mi Maestro en el Deportivo México, equipazo que llegó a representar a Puebla. Jugamos varias veces en el legendario Parque El Mirador, estadio que tenía gradas de madera que ayudaron al incendio que acabó con su existencia”.
Efectivamente, mi papá lo entrenó, al igual que al político y aspirante a Gobernador de Puebla en dos ocasiones, el famoso “Gordo” Ángel Aceves Saucedo, quien en sus tiempos de estudiante, luciendo un físico de tallarín, había sido seleccionado del Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec, (CENHCH), institución que por cierto fue fundada por un grupo de Maestros, entre ellos mi padre Ángel García, bajo la directriz del entonces Mayor Raúl Velasco de Santiago.
Esto es apenas una chispa de un cúmulo de recuerdos.
Unos días antes de enterarme que había enfermado, comimos carne árabe junto con un reducido grupo de buenos amigos, todo dentro de la sana distancia. Entusiasmado contó su asistencia a un juego de la Serie Mundial que los Dodgers ganaron a las Rayas de Tampa Bay y también que había cenado con el Embajador de Qatar en México, Excelentísimo Mohammed Al-Kuwari, quien tuvo el gesto de obsequiarle el balón oficial del mundial que se jugará en el país árabe en 2022.
Le pregunté que si lo podía escribir y, generoso, como era, me dijo que sí.
Ya lo esperaba su camioneta; lo acompañé; intercambiamos tres comentarios sobre política y se retiró.
Posteriormente, me enteré que batallaba por su vida hasta el límite de sus posibilidades en un hospital particular.
Imposible visitarlo.
Orar por su sanación era lo único.
No volví a ver a mi amigo Rafael Moreno Valle Sánchez.
Mis respetos y solidaridad a sus hijos y a su esposa Olivia Salomón, Secretaria de Economía en el gobierno de Miguel Barbosa Huerta.