– Reflexiones.
El pasado jueves por la noche, el coñac llenó una y otra vez la copa de Felipe Calderón Hinojosa, acompañado de su esposa Margarita Ester Zavala Gómez del Campo. No era para menos, tenían que brindar por el nacimiento “in vitro” de su Partido México Libre.
Era segura la ratificación 24 horas después; no imaginaban una rectificación del pleno.
No esperaban que la cruda fuera terrible. Y puede ser mortal por lo que arrojen los casos Lozoya y García Luna.
Unos minutos antes, la Comisión de Prerrogativas del Instituto Nacional Electoral había votado a favor, decisión que también favorecía al Partido Encuentro Solidario, con tintes de confesional. Supusieron que el viernes, al caer las sombras, se confirmaría la buena nueva. Para entonces, ya recibían parabienes y se empezaban a abrir las puertas del calderonismo con miras a la elección de 2021, antesala de 2024, años clave en los intentos de sacar de la Presidencia de la República a la llamada Cuarta Transformación.
Meses atrás, en febrero de 2020, cuando la pandemia del Coronavirus era incierta en el país, la agrupación Fuerza Social por México validaba ante el INE su asamblea nacional consecutiva, definitiva en los intentos de ganar el registro como Partido. Celebraron por anticipado desde el acto organizado en la Plaza de Toros Arroyo de las Ciudad de México. Fue una fiesta con whisky y tequila, donde los anfitriones empezaron a hacer planes futuristas, pues daban por hecho que nada detendría su alocada carrera.
El panismo morenovallismo resurgiría en este movimiento. Los traidores, bribones y mentirosos limpiarían sus pecados aprestándose a luchar por el poder.
Ahí estaban el Presidente de la Mesa Directiva de la Asamblea, Ángel Gerardo Islas Maldonado, con todo y sus señalamientos a cuestas por enriquecimiento ilícito y fraude a las finanzas de Puebla a través de la Secretaría de Desarrollo Social. También sonreía el líder sindical de la CATEM, Pedro Haces Barba; se veían las figuras de Carlos Peralta, dueño del Grupo IUSA; la dos veces candidata a la Presidencia de la República, la panista Josefina Vázquez Mota; el Obispo Onésimo Cepeda; la polémica conductora de televisión Laura Bozzo; el controvertido Armando Ríos Piter; el tempestuoso Billy Álvarez, ahora prófugo de la justicia por malversación de fondos, abuso de confianza, enriquecimiento ilícito y fraude a la Cooperativa Cruz Azul por varios miles de millones de dólares; Eduardo Vega Yunes, sobrino del ex Gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes.
“Ya tenemos la bendición”, surgieron las voces al ver al Obispo Onésimo Cepeda, pero principalmente porque asistieron como invitados a presenciar el acto, Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Monreal Ávila y el Gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, creyendo que su estancia era para recibir otra bendición, la de carácter político. Más que en su discurso, Islas Maldonado había elogiado falsamente al tabasqueño, jurando que le servirían con lealtad a la Cuarta Transformación, pues ellos representaban el hartazgo por los abusos del poder.
¡Qué poca… vergüenza!
Las palabras de la infamia intentando convencer.
El mismo jueves 3 de septiembre, 7 meses después de la pantomima, se les cayó el teatro, pues no pasaron el filtro ni siquiera de 5 Consejeros que integran la Comisión de Prerrogativas del INE, quedando, además, en evidencia por actos de corrupción, pues su organización Fuerza Social por México recibió aportaciones de dudosa procedencia y votos de sindicalizados, puntos sancionables ineludibles.
La cara de frustración se observó, por igual, en la Maestra Elba Esther Gordillo, al ser rechazado el registro como Partido de su organización Redes Sociales Progresistas, que tiene de parapeto a su yerno Fernando González Sánchez. Fueron sorprendidos por haber recibido dinero del SNTE y votos de los Maestros.
No se olvide que Elba Esther, cuya salud era “deplorable”, según decían sus médicos y familiares, se repuso milagrosamente cuando fue trasladada a prisión domiciliaria y luego dejada en libertad, prometiendo cobrar afrentas. La Maestra fue aliada de Felipe Calderón Hinojosa en la elección de 2006 que le fue “robada” a López Obrador. Asimismo, protegió a Rafael Moreno Valle y se encargó de hacerlo ganar la gubernatura de Puebla en 2010.
México Libre y Fuerza Social por México, presumieron tener más agremiados que el PAN. Sus dirigentes ya se veían en otra dimensión. Por eso ya se frotaban las manos Javier Lozano Alarcón y sus dólares confiscados al chino Zhenly Ye Gon; Roberto Moya Clemente, quien se benefició con una curul del Senado a la muerte de Rafael Moreno Valle; Roberto Gil Zuarth, quien fuera Secretario Particular de Calderón, así como otros grupos de las pandillas del pasado que se querían actualizar, al fin que la gente olvida rápido las pillerías y el daño a la nación.
El INE cumplió con su misión de analizar a profundidad los 6 casos de organizaciones que pretendían convertirse en Partidos. La votación fue cerrada en todos los casos; ninguno fue por unanimidad.
Los inconformes con la votación de los 11 Consejeros, podrán acudir al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación a pedir la revocación del fallo, al mismo tiempo que, en su papel grotesco, descalifican al INE.
No sobra decir que fueron anuladas otras organizaciones: Súmate a Nosotros, de Manuel Espino; Grupo Social Promotor de México, antes PANAL; Fundación Alternativa, identificada con el ex Gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz.
El Partido Encuentro Solidario, antes PES y de nuevo PES, recuperó su registro. Sólo le cambió Social por Solidario.
El criterio con el que calificó el INE fue distinto en todos los casos.
Y el lunes próximo 7 de septiembre, número cabalístico, arranca el proceso electoral en sus diferentes etapas, finalizando el 6 de junio, día de los comicios más grandes y complicados en la historia de México, estando en disputa 21,368 cargos y 15 gubernaturas.
directorabcd_reflexiones@yahoo.com.mx