Promulgar respeto no significa ser respetuoso.
La obligación moral es profesarlo, aunque no se divulgue.
Un discurso mentiroso siempre es detectado por la inteligencia; nunca tendrá credibilidad, no obstante los incautos.
Hace algunos meses, los partidos de oposición a Morena,salían a gritar a las calles: “El INE no se toca”. Ahora, RoxanaLuna Porquillo y los prianistas acusan a la institución de fraude electoral.
En San Pedro Cholula hay poco más de 138 mil habitantes,incluyendo a los que votaron por el PRI-PAN-PRD y las 20 personas que resguardan los campamentos.
¿Por qué solo pide respeto para unos cuantos que están con ella?
¿Por qué no retiró su campamento en días de tradición ancestral en Cholula?
Solo disfrazó de humanismo su carpa, dando de comer a las personas para no ser criticada. El viejo truco de la dádiva.
En su reducido grupo hablan de respeto y lealtad interna,nadie más les importa.
Entre sus filas tiene a personajes “morenistas” que, al no ser beneficiados, corrieron a ver qué podían agarrar de aquel lado, aunque sean chicles. El chiste es agarrar.
Personajes que jugaron doble y luego se descararon, dando la espalda a Morena y al actual gobernador electo. Si ya estaban quemados, con esto ardieron.
Algunos decían ser amigos cuando estaban en Morena; hoy,no saludan ni a sus vecinos. No les salió la chacalada, siendo sorprendidos en la maroma.
Otros, se han ido alejando poco a poco al percatarse que el discurso falso de Roxana fue descubierto.
Espero no desilusionar a los pocos ciudadanos que creen en Roxana. Y más si logra pactar algo y los abandone sin dar explicaciones. Perdón por ser mal pensado, pero me acordé del caso Chalchihuapan, donde la perredista se filtró, sacó su mochada del morenovallismo, al que se vendió, y se desapareció para reaparecer como candidata de San Pedro Cholula.