Si todos ellos fueran ingredientes de un menú de cocina gourmet, considerando su presuntuosa alcurnia grotesca, representarían una ensalada que envenenaría a cualquier comensal.
Me explico:
¿Cómo es posible que el extorsionador Arturo Rueda Sánchez, amigo, cómplice y socio del protector de delincuentes Ignacio Mier Velazco, tenga permiso de grabar videos y subirlos a las redes descalificando el proceso interno de Morena?
¿Y por qué le permitirán que dentro de dos o tres semanas inicie un nuevo programa de radio y televisión cibernético, ya sea para adular a Mier o empezar a tirar flechas impregnadas de cicuta contra el ganador de la coordinación estatal de Puebla para la defensa de la cuarta transformación?
No hay que olvidar que “Tocino” Rueda y Mier Velazco son dueños del desprestigiado periódico Cambio. No sé si también tiene que ver en la sociedad Enrique Doger Guerrero, quien siempre lo ha negado, pero siempre aparece junto de ellos.
La razón de que Rueda pueda moverse a sus anchas a pesar de estar en libertad condicional enfrentando los delitos de lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y creación de empresas fantasmas, es que no se le dictaron las medidas cautelares que le impidan actuar como si fuera un ciudadano ejemplar, cuando en realidad en un pinche pillo.
El que Jorge Estefan Chidiac le haya otorgado el perdón por extorsión, únicamente tiene que ver con la reparación del daño, pero el delito persiste porque se persigue de oficio. Es decir, si Rueda Sánchez es sentenciado y encontrado culpable, regresará a la cárcel con una pena que va de los 2 a los 9 años.
Y si se revivieran viejas denuncias, correría la misma suerte.
No se trata de regocijarse de la desgracia ajena, sino de que la justicia alcance a los infractores cínicos.
Ya perdió dos amparos porque hay elementos suficientes que acreditan el delito y, por tanto, su culpabilidad.
Sin embargo, confía en sus abogados y que tiene de su lado al juez de Cholula, Miguel Ángel Hernández Jiménez, quien se ha empeñado en buscar su absolución, en lugar de utilizar las leyes en la aplicación de justicia de manera limpia y escrupulosa.
¡Ah!, pero Hernández Jiménez también forma parte del equipo de Mier Velazco y sus antecedentes lo pintan de cuerpo entero: Durante 2011, recién iniciado el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas, fue propuesto entre las ternas para ocupar el cargo de magistrado en el Poder Judicial. Uno de los elegidos fue Jorge Ramón Morales, protegido del exgobernador Melquiades Morales Flores, refiere el columnista de La Jornada Fermín Alejandro García.
Las ternas fueron encargadas por Rafael al entonces secretario de gobernación, Fernando Manzanilla Prieto y al secretario de Servicios Legales y Defensoría Pública, Juan Pablo Piña Kurczyn, hijo de Mariano Piña Olaya, actual yerno de Rafael “Falín” Posada Cueto y que tiene la promesa de Ignacio Mier de convertirse en fiscal al llegar al gobierno de Puebla.
Aunado a sus influencias, hay que agregar a su tío Geudiel Jiménez Covarrubias, quien fue presidente del Tribunal Superior de Justicia durante el sexenio de Piña Olaya y actualmente es notario en Huejotzingo.
Y si algo faltara, Héctor Sánchez Sánchez, otro ex presidente del TSJ que tiene órdenes de aprehensión en su contra que han sido archivadas por el momento, también lo respalda con la protección de Ignacio Mier Velazco.
La pregunta salta: ¿Por qué no pudo ser magistrado y terminó en juez de Cholula, cargo nada despreciable?
La respuesta es contundente: Miguel Ángel Hernández Jiménez, tiene en su haber denuncias por haber solicitado favores sexuales a mujeres presidiarias a cambio de reducirles la condena. No faltan las acusaciones por extorsión y el acoso a mujeres, siempre tapadas por la alta corrupción en el Poder Judicial.
“Tocino” Rueda, nunca se redimió en el penal; salió con la misma suciedad moral y de conciencia.
Cargar un rosario para engañar que ama al prójimo como así mismo, es una blasfemia.
POSDATA: Revisen los nombres de la lista de soldados de Ignacio Mier Velazco que fungen como operadores y patrocinadores. Provoca náuseas. No son todos, pero sí muchos que se han enriquecido al amparo del poder y la desvergüenza.
POSDATA 2: Los gritos de Eukid Castañón Herrera se escuchan en los rincones oscuros llenos de telarañas: “A qué hora me sacan; lo prometieron; no sean cabrones”. Es el eco en las paredes del penal.
POSDATA 3: El juez de Cholula, Miguel Ángel Hernández Jiménez, es dueño de una inmoralidad espantosa. No merece el lugar donde está. Revisen la historia.
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