El costo total del delito en las unidades económicas del país durante 2019 fue de 226 mil millones de pesos, cifra que representa el 1.2 por ciento del Producto Interno Bruto (IPB) del país.
Así lo revela la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas (ENVE) 2020, la quinta de su tipo que realiza el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI).
El estudio registra un aumento del 34 por ciento en el costo del delito durante 2019, en relación con 2017, cuando el costo del delito en las unidades económicas del país fue de 168 mil millones de pesos.
En el estudio dado a conocer por Julio Santaella, presidente del INEGI, se muestra que en 2019 se incrementó en 58.7 por ciento el gasto que hicieron las unidades económicas para adoptar medidas preventivas contra el delito, tanto en instalaciones como a nivel personal.
De los 226 mil millones de pesos que costó el delito en 2019, 132.7 mil millones de pesos fue lo que gastaron las unidades económicas en la aplicación de medidas preventivas, que van desde el cambio de cerraduras hasta la contratación de seguros o personal de seguridad.
Mientras que los restantes 93.3 mil millones de pesos (41.3 por ciento) son las pérdidas económicas como consecuencia de los delitos, principalmente por pagos de secuestros, robos en diversas modalidades, delitos cibernéticos o extorsiones.
Tan sólo, por secuestro, los titulares de las unidades económicas tuvieron que desembolsar 329 mil 350 pesos; por robo total de vehículo, 242 mil 208, mientras que por robo de mercancía, 208 mil 563, y por delito informático, 56 mil 384.
Mediante videoconferencia, Julio Santaella precisó que la encuesta se levantó entre el 4 de febrero y el 27 de marzo pasado, y tuvo una muestra de 33 mil 866 unidades económicas instaladas en el país.
Según el resultado, durante 2019 se generaron 3.9 millones de delitos asociados a 1.5 millones de unidades económicas (víctimas), es decir, una tasa de concentración de 2.6 delitos por unidad económica.
En 2019 la tasa de incidencia fue de 7 mil 811 delitos por cada 10 mil unidades económicas.
Los establecimientos comerciales y de servicios fueron los que tuvieron una mayor concentración del fenómeno delictivo, pero las unidades económicas grandes tuvieron una mayor frecuencia de victimización.
La extorsión es el delito de mayor incidencia contra las unidades económicas en el país, pero el secuestro es el que mayores pérdidas le representa.