¡Vaya forma en la que las administraciones municipales están bajando la cortina en Puebla! A una semana de entregar las llaves de las alcaldías se nota que los presidentes municipales ya andan de brazos caídos y sin un quinto porque sus territorios están descuidados a más no poder.
Tal es la magnitud del descuido y abandono que los ediles han tenido con sus demarcaciones, particularmente en la zona metropolitana, que el gobierno del estado ha tenido que entrar al quite y ahora hasta va a bachear las calles, tarea que es propia de los ayuntamientos.
Y qué decir del caso particular del ayuntamiento de Puebla que sin advertir agua va, a siete días de entregar la administración, el tesorero revela que cerrará en número rojos la gestión de Eduardo Rivera que concluye Adán Domínguez y que entregará al presidente municipal electo, Pepe Chedraui. ¡¡¡Tsss!!!
Sobre este asunto en particular, ¿de qué sirvieron siete reuniones previas para comenzar la transición en el ayuntamiento de Puebla? Los salientes lo tenían bien guardadito y los que van a recibir no se las olían. Hasta antes del lunes, todo era miel sobre hojuelas, pero eso ya quedó en el pasado. Las dudas ya han sido sembradas. ¡¡¡Ni peeex!!!
De confirmarse un desfalco o la ausencia de recursos, ello no sucedió la semana pasada, es consecuencia de hechos previamente identificados pero que se guardaron en silencio para evitar las críticas, el golpeteo, el linchamiento, la jiribilla y todos los escenarios adversos durante semanas previas a la entrega.
Luego de toda la metralla de críticas y opiniones sobre lo que se dejó crecer como resultado de una mala administración de los recursos, al medio día de ayer el edil Adán Domínguez expuso que el manejo financiero de la gestión municipal está apegado en el marco de la ley y rechazó que haya un daño a las arcas de la ciudad.
El alcalde fue tajante al negar que haya una deuda municipal, negó la existencia de un “hoyo financiero” y descartó la necesidad de buscar un crédito bancario para solventar los compromisos municipales. Afirmó que hay recursos suficientes para la operación del gobierno de la ciudad, más de mil 400 mdp; ah y dijo que el mal entendido fue consecuencia de las “imprecisiones” del tesorero. ¡¡¡caaaray!!!
Pues ojalá haya sido así, que el tesorero que se entiende es un experto en los números, se le hayan cruzado los cables y se hizo bolas y por eso dio información “imprecisa”, pero si pecó de sincero y reveló la realidad financiera, eso sí va a estar cañón.
Mientras se aclaran las “imprecisiones” ya le llovió sobre mojado a la gestión saliente. Ya se sembraron las dudas sobre el manejo de las finanzas y hasta sirvió para que los críticos del gobierno panista se lanzaran a la yugular del mismo edil en funciones y ello incluye a sus mismos correligionarios de partido, es decir de los propios panistas.
Ojalá que los malos entendidos numéricos que generaron preocupación en el equipo de Pepe Chedraui y el mismo edil electo, sean solo eso, malos entendidos.
Bacheo nocturno
Con relación al descuido de la capital y zona conurbada, particularmente en materia de pavimentos, ese ha sido un termómetro que ha permitido registrar que los ediles aún funciones, ya se olvidaron sus tareas elementales. Las vialidades principales de Puebla y de los municipios metropolitanos están para llorar, parecen zonas minadas y aunque eso genere recordatorios maternales para los alcaldes, ellos ya están en el cierre de sus gestiones porque les urge irse.
Ante tal realidad y los riesgos que representa para la población, el gobierno de Puebla en manos de Sergio Salomón Céspedes ya tuvo que entrar al quite y va a realizar un trabajo emergente de “bacheo nocturno” con 50 mdp que es poco dinero para el nivel del daño, pero es mejor que nada. No solo atenderá las vías de competencia estatal, sino que reparará las municipales y ese gesto le suma bonos al mandatario que en diciembre concluirá su periodo y claro que les resta simpatías a los alcaldes que terminan y que muchos de ellos dicen tener “futuro en la política”. ¡¡¡Ya se verá!!!
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