Investigadores mexicanos, liderados por la doctora Eva Ramón Gallegos del Instituto Politécnico Nacional (IPN), consiguieron eliminar por completo el Virus del Papiloma Humano (VPH) en 29 mujeres, para lo cual usaron un tratamiento llamado terapia fotodinámica, que ofrece grandes esperanzas en la lucha contra otro tipo de enfermedades graves.
La técnica que usaron funciona aplicando un medicamento especial en el cuello uterino, llamado ácido delta aminolevulínico; este compuesto, después de unas horas, se transforma en una sustancia que brilla bajo ciertas luces y se acumula en las células dañadas. Luego, un láser elimina únicamente las células enfermas, dejando intactas las sanas.
De acuerdo con CNN, en las pruebas clínicas participaron 420 mujeres de Oaxaca, Veracruz y 29 de la Ciudad de México, quienes tenían VPH, lesiones en el cuello uterino o ambas condiciones. El tratamiento se aplicó en diferentes fases para obtener los mejores resultados.
La especialista principal explicó que, a diferencia de otros tratamientos, esta terapia es precisa porque solo elimina las células enfermas, lo que significa que no daña las partes sanas del cuerpo, reduciendo riesgos y efectos secundarios.
¿Qué es el VPH?
El VPH es una de las infecciones de transmisión sexual más comunes en el mundo, el cual afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque las consecuencias más graves suelen observarse en las mujeres.
Existen más de 200 tipos de VPH, pero no todos son peligrosos. Algunos son considerados de bajo riesgo, ya que no provocan enfermedades graves y suelen causar verrugas en la piel o en las zonas genitales. Sin embargo, otros tipos son de alto riesgo, ya que pueden derivar en cáncer.
De acuerdo con el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), en la mayoría de los casos, no presenta síntomas evidentes. Muchas personas pueden ser portadoras del virus sin saberlo y, por ende, transmitirlo a sus parejas sexuales.
¿Cómo se transmite?
El VPH se transmite principalmente a través del contacto sexual, incluido el vaginal, anal y oral. También es posible contraer el virus mediante contacto directo con las áreas infectadas, aunque no haya penetración.
Por esta razón, el uso de preservativos reduce el riesgo, pero no lo elimina por completo, ya que el virus puede estar presente en áreas no cubiertas por el condón. Una recomendación importante es vacunarse para evitar incidentes.
El diagnóstico se realiza mediante exámenes médicos, como la prueba de Papanicolaou y la prueba de detección del VPH. Estas pruebas permiten identificar si hay presencia del virus y en el caso de las mujeres, detectar posibles lesiones precancerosas en el cuello uterino.
¿Cuál es el tratamiento?
No existe un tratamiento específico para eliminarlo, sino que se recetan medicamentos para disminuir los síntomas, como en el caso de las verrugas genitales, existen tratamientos tópicos y procedimientos para eliminarlas.
Es común que el sistema inmunológico elimine el virus de manera natural. Sin embargo, en algunos casos, este puede permanecer en el cuerpo durante años, aumentando el riesgo de complicaciones, incluso los signos tardan en aparecer.
Es importante que se trate a tiempo, pues una de las consecuencias más graves es el cáncer. En las mujeres, el VPH está relacionado con el cáncer cervicouterino, pero no es el único, ya que en situaciones graves puede provocar:
- Cáncer de cuello uterino
- Cáncer del ano
- Algunos tipos de cáncer de boca y de garganta
- Cáncer de vulva
- Cáncer de vagina
Además de los riesgos de cáncer, el virus puede tener un impacto emocional y psicológico significativo en las personas diagnosticadas, ya que puede generar ansiedad, vergüenza y estrés debido a la forma en la que se transmite.
El ISSSTE señaló que la mejor forma de prevenirlo es con la vacunación y las que están disponibles protegen contra los tipos más comunes de alto riesgo y se recomiendan principalmente para adolescentes y adultos jóvenes antes de que inicien su vida sexual.
¿Quién es Eva Ramón Gallegos?
La investigadores principal de este proyecto es Eva Ramón Gallegos, quien es una Química Farmacéutica Bióloga egresada de la Universidad Veracruzana, con una maestría y un doctorado en Ciencias obtenidos con mención honorífica en el IPN.
Ha realizado estancias académicas en la Universidad Do Minho, en Portugal, y en el Centro de Investigación y Estudios Avanzados del IPN. Desde 2001, forma parte del IPN como profesora-investigadora, liderando programas de posgrado en Biomedicina y Biotecnología Molecular.
Es jefa del Laboratorio de Citopatología Ambiental, pertenece al Sistema Nacional de Investigadores Nivel 2 y colabora como revisora en revistas científicas internacionales. Ha impartido cursos especializados en áreas como biología celular, cultivo de tejidos y biofotónica.
Su trayectoria incluye más de 140 trabajos presentados en congresos, 53 publicaciones indexadas, dos libros, y seis capítulos de libros internacionales, además de ser titular de dos patentes. Ha dirigido proyectos de investigación básica y seis financiados por el CONACyT, además, cuenta con diferentes reconocimientos.
Con información de Jesús Suárez / El Sol de Puebla