El volcán Popocatépetl registró desde el 1 de diciembre de 2018 hasta el mes de marzo de este año, por algunos momentos, el lanzamiento de fragmentos balísticos que alcanzaron una altura de entre medio y un kilómetro sobre el cráter.
De acuerdo con el análisis del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), los fragmentos balísticos salen en un tiempo aproximado de entre ocho y 10 segundos; y su alcance horizontal por las laderas es de uno y tres kilómetros.
“Mediante el análisis de los vídeos de las explosiones se determinó que los fragmentos balísticos alcanzan alturas de entre 500 metros y un kilómetro, en aproximadamente 8 a 10 segundos, y su alcance horizontal es de 1 a 3 kilómetros”, reporta el análisis.
Por otra parte, el organismo descentralizado de la Secretaría de Gobernación (Segob) federal informó que, en un lapso de 24 horas, por medio de los sistemas de monitoreo del volcán Popocatépetl, se identificaron 28 exhalaciones acompañadas de vapor de agua y gases volcánicos.
“Durante la noche no se observó incandescencia sobre el cráter. En el transcurso de esta mañana se ha observado una emisión continua de vapor de agua y gas, con dirección este-noroeste”, detalla el reporte del Cenapred.
Los especialistas del organismo científico detallaron que del 1 de diciembre de 2018, a la fecha, se han realizado ocho sobrevuelos sobre el coloso, para obtener reportes preciosos y oportunos, que se comparan con los videos.
El Cenapred informó que el Semáforo de Alerta Volcánica del Popocatépetl se mantiene en Amarillo fase 3, que implica un crecimiento rápido de domos de grandes dimensiones y su destrucción en explosiones fuertes.
Se espera que en próximas horas continúen fumarolas, gas, caída de cenizas y caída de lava en áreas cercanas; además, explosiones de intensidad creciente con lanzamiento de fragmentos incandescentes y posibles flujos piroclásticos de mediano alcance.
El Cenapred exhortó a no acercarse al volcán y sobre todo al cráter, por el peligro que implica la caída de fragmentos balísticos y, en caso de lluvias fuertes, se solicita alejarse de los fondos de barrancas por el peligro de flujos de lodo y escombro.