La compañía farmacéutica Aspen Pharmacare dijo este viernes estar dispuesta a “acelerar” su producción de dexametasona, un potente esteroide, eficaz para tratar a los enfermos más graves de COVID-19.
Somos capaces de acelerar la producción si la demanda lo exige”, dijo uno de los responsables del grupo que lo comercializa, el doctor Stavros Nicolaou.
“Siempre estamos evaluando la que podría ser la demanda mundial” de este medicamento, añadió, “y claramente si aumentara mucho tendríamos dificultades”.
La dexametasona se fabrica en forma de comprimidos en una planta en Aspen, Alemania, y también en forma de inyecciones producidas en varios países a través de acuerdos comerciales.
Dexametasona reduce muertes de pacientes graves
La dexametasona, un esteroide, reduce en un tercio la mortalidad entre los pacientes más graves de COVID-19, según los primeros resultados del ensayo clínico Recovery.
La dexametasona es el primer medicamento que observamos que mejora la supervivencia en casos de COVID-19″, indicaron los responsables.
Tras el anuncio, el gobierno del Reino Unido indicó que comenzará inmediatamente a suministrar este esteroide a los pacientes con COVID-19.
Los investigadores dirigidos por un equipo de la Universidad de Oxford administraron la dexametasona, que tiene un potente efecto antiinflamatorio, a más de 2 mil pacientes en estado grave.
Según los resultados preliminares, entre quienes solo podían respirar con ayuda, la dexametasona redujo las muertes en un 35%, mientras que la mortalidad bajó en un quinto entre quienes recibían oxígeno.
“El beneficio en términos de supervivencia es importante entre los pacientes que necesitan oxígeno. Para ellos, la dexametasona debería convertirse a partir de ahora en el tratamiento de base”, estimó uno de los responsables del ensayo Recovery, el doctor Peter Horby, de la Universidad de Oxford.
En cambio, el ensayo mostró que este medicamento no tiene ningún beneficio entre los pacientes que no necesitan asistencia respiratoria.