La que tenía que ser la primera gran noche de Ousmane Dembélé como barcelonista acabó con una nueva exhibición de Leo Messi, que tuvo suficiente con media hora para dinamitar el partido, intervenir en el 2-1 y marcar el 3-1 frente al Leganés.
Dembélé, con Messi en el banquillo, se echó el equipo a la espalda y desde el primer minuto se sintió poderoso. El francés, desde la banda derecha, fue la punta de lanza del ataque de los barcelonistas, en un partido en el que, por una vez y acosado por el duro calendario, Ernesto Valverde, decidió imponer rotaciones y el Camp Nou y el futbol de su equipo se lo agradeció.
En el primer tiempo, Dembélé puso el talento y Luis Suárez los remates a puerta. El francés, además, fue el que abrió el marcador, en una acción que inició él mismo, en la que combinó con Jordi Alba y que culminó con un remate a la red tras colocar el balón junto al poste izquierdo de la meta del Leganés en el minuto 32.
El Leganés salió de la cueva y en la primera ocasión que tuvo empató el partido. Fue en el minuto 57, en una acción de En Nesyri que encontró el remate de Braithwaite dentro del área pequeña. El empate cambió el panorama y la idea de Valverde, tanto que siete minutos más tarde decidió poner en juego a Messi y Rakitic por Aleñá y Arthur, respectivamente.
Pero aún se le complicó todo más con la lesión de su mejor hombre hasta entonces, Dembélé, que se retiró lesionado después de una acción fortuita en el 66, seguramente con una afectación de tobillo y de rodilla.
Cinco minutos más tarde, en la primera aparición de Messi, el Barcelona volvió a marcar. Disparó, rechazó Cuéllar y el balón lo cazó Luis Suárez para adelantarse al meta y marcar el 2-1 en el minuto 71, una acción que tuvo que ser revisada por el VAR.
Y a partir de entonces, el partido enloqueció. El Barça buscaba el tercero, pero sufría ante el empuje del Leganés, que buscó contras y jugadas desde el lateral para sorprender a la defensa local, como en una acción sobre Santos en el 85 que estuvo a punto de sorprender a Ter Stegen.
Al final decidió Messi que cerró el partido con un gran gol después de una combinación con Jordi Alba en el minuto 92. Leo marcó su decimoctavo gol en La Liga y demostró que necesita muy poco para ser el mejor.