El Secretario de Gobernación David Méndez Márquez, forma parte de la izquierda pensante, moderada, sensata, lejos del fanatismo y la confrontación permanente.
Es la misma formación que tuvieron sus padres Jorge Méndez y Rosa Márquez, lejos de la corriente izquierdista beligerante que siempre vio como enemigo eterno al gobierno burgués en turno y que, en ese sentido, era parte de la educación que se impartía con vehemencia entre los universitarios.
Méndez Márquez, es Ingeniero Civil egresado de la BUAP; sabe de los años virulentos y de terror vividos en la institución. Igualmente, está consciente que a los estudiantes no se les amenaza con reprobarlos o bajarles la calificación si no asisten a las marchas en defensa de la casa de estudios y su Rector; creo que está totalmente seguro que el diálogo y los acuerdos son esenciales en política para resolver entuertos o malos entendidos.
En lo personal, siendo alumno de la entonces UAP, nunca vi o escuché una amenaza de académicos o de los Comités de Lucha de participar en manifestaciones a cambio de una boleta de calificación; iban los que querían. Y, ahora, tampoco he sabido que el Rector Esparza o el Consejo Universitario se nieguen a la auditoría por parte de la ASE o de la ASF dentro de sus atribuciones y el respeto mutuo a sus funciones y autonomía.
Una de las primeras frases que soltó Méndez es que el Gobierno de Puebla no impulsa una revisión preventiva a la BUAP, porque la Auditoría Superior del Estado no es un órgano que le pertenezca. Esto alienta acuerdos y no la confrontación que a nadie conviene.
Por eso, el Secretario de Gobernación David Méndez Márquez y el Rector Alfonso Esparza Ortiz, entablarán una nueva relación de entendimiento. Será la primera demostración de los oficios políticos del hombre que fue designado por el Gobernador Miguel Barbosa para dar buenos resultados en esa cartera relevante.
Es un asunto que no supo resolver Fernando Manzanilla Prieto; por el contrario, fue de los primeros en realizar declaraciones que pusieron en la silla de los acusados a la BUAP y al Rector. Se convirtió en un incendiario embozado en lugar de sofocar incendios.
Manzanilla, dedicado en estos días a dar entrevistas a medios nacionales para desligarse de Miguel Barbosa, poco sabe de la BUAP; el ITAM es su fuerte. Dejó la percepción de que en lugar de ser un sujeto encaminado a fortalecer la gobernanza en el Estado, estaba decidido prender la mecha de la desestabilización que beneficiara su propio proyecto de adueñarse del Estado, que alguna vez consideró de su propiedad su cuñado Rafael Moreno Valle Rosas.
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