El próximo Presidente de la Comisión de Derechos Humanos Puebla, debe garantizar respeto a la ley y su aplicación sin consignas ni discriminación; reconocer la dignidad humana; actuar con interdependencia y entender que toda persona, por el hecho de serlo, es titular de derechos fundamentales que la sociedad ni el Estado puede arrebatarle.
Esos derechos no dependen de nacionalidad ni de cultura ni religión a la que pertenezca, porque se desprenden de su carácter universal.
El Artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, señala: Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. Debe entenderse que el orden jurídico nace de la misma naturaleza humana.
¿Quién de los aspirantes destila la confianza y capacidad para ser nombrado, cuando el Congreso del Estado está a unas horas de elegirlo?
¿Quién garantiza imparcialidad y no ejercer un cargo de alta responsabilidad de manera tendenciosa?
¿Quién tiene el sello del panismo morenovallista que añora convertirse en su avanzada en la lucha electoral de 2021 y 2024?
Los Diputados deberán tener mucho cuidado en su análisis después de la comparecencia que tuvieron los interesados.
Y ya que hablamos del morenovallismo, llama poderosamente la atención que dos mujeres pregonen con desparpajo que son las más capaces y que sobre cualquiera de ellas recaerá la decisión legislativa. Una es Daniela Fernanda Galindo Dorantes, quien no sólo preside una Asociación de Abogadas con raquítica representación, sino que también fue funcionaria de las confianzas de Leoncio Paisano, cuando éste fungía como Presidente Municipal, siendo al mismo tiempo incondicional de Rafael Moreno Valle y Eukid Castañón Herrera.
Paisano, es investigado actualmente por alta corrupción e impunidad.
Galindo Dorantes, no tuvo empacho en acercarse a la Asociación de Mujeres Periodistas y desde ahí brincar a buscar una posición en el municipio referido, donde se le confió la promoción del voto en 2018 a favor de Martha Erika Alonso.
Luego del fallecimiento de la que fuera Gobernadora por 10 días, Galindo Dorantes se la jugó en 2019 con el farsante Enrique Cárdenas Sánchez, haciendo campaña negra contra Miguel Barbosa Huerta. Fue por esto que desechó la invitación al desayuno que las Asociaciones, Barras y Colegios de Abogados le organizaron al originario de Zinacatepec.
Y si algo faltara, Daniela Fernanda trabaja directamente en la Sindicatura del Ayuntamiento de Puebla, donde la Alcaldesa Claudia Rivera Vivanco es la que truena el chicharrón.
No obstante su falta de experiencia en derechos humanos y su proclividad al panismo morenovallista, ha conseguido que la AMPEP le refrende su apoyo.
No es cuestión de misoginia, sino de realidades en la que está inmersa Galindo Dorantes, al mismo nivel de Mónica Silva, quien no puede ocultar su militancia en el PAN, lo que le permitió ser Directora del Instituto Poblano de la Mujer, soslayando temas fundamentales como los feminicidios y la alerta de género. Para redondear sus “atributos”, es esposa del Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Héctor Sánchez Sánchez, el hombre que sirvió de tapete a Antonio Gali Fayad, siendo Gobernador, poniéndole en charola de plata el manejo perverso del Poder Judicial.
Usted dirá.
Los Diputados deben saber antecedentes antes de decidir una posición clave, como es la presidencia de la CDHP.
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TODO INDICA QUE el Delegado Rodrigo Abdala D’Artigues nada tiene que ver con el desvío de recursos públicos hacia las asambleas de MORENA, donde el asunto era designar a la nueva líder del Partido en el poder.
Lo que se comprobó es que sí intervino en la manipulación de Comités para favorecer a la chihuahuense Bertha Luján Uranga, quien después de renegar del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, por revocar el proceso interno morenista, solicitó su reincorporación como Presidenta del Consejo Nacional de MORENA.
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