El Profesor Investigador del Instituto de Ciencias de la BUAP, Miguel Ángel Damián Huato, solicitó atención a su derecho de réplica para refutar las acusaciones de que fue objeto por parte de los Doctores Agustín Aragón García, Daniel Jiménez García, Dionicio Juárez Ramón y José Patrón Ibarra, realizadas el 4 de septiembre del año en curso.
Así se hizo y se publicó su carta el lunes 10 del mismo mes, que al final dice: “Pido comparar los currículos vitae de los investigadores que me acusaron y el mío para demostrar mi productividad académica y aclarar que nunca he buscado la desestabilización de la universidad como se afirma en la columna Reflexiones, sino solo hacer valer mis derechos como persona y trabajador universitario”.
Primeramente, Doctor Damián Huato, tendría usted que dirigirse directamente a los académicos que lo señalan y a la institución donde presta sus servicios, desmintiendo con pruebas lo que aseveran mediante documentos.
Asimismo, corresponde a la casa de estudios valorar la posibilidad de comparar sus trayectorias y si eso sirve para limpiar conductas o ineficiencia o ratificar eficiencia y responsabilidad.
No siempre un título de Doctor, Maestro o Licenciado es garantía de decencia y capacidad.
Lo que citó concretamente la columna Reflexiones es que, a las acusaciones de sus camaradas, SE AGRAVA el hecho por la sistemática verborrea agresiva del académico (DE USTED) en contra de la casa de estudios y del Rector Alfonso Esparza Ortiz. Esto, no lo dijeron ellos, es apreciación personal.
Esta alusión es directa, pero no puede negar que el empleo excesivo de palabras ha sido para denostar, lo que usted considera una forma de hacer valer sus derechos como persona y trabajador universitario.
Si usted lee con cuidado el párrafo siguiente, se dará cuenta de la ambigüedad y que no menciono su nombre como un desestabilizador: SE PERCIBE UN SÍNTOMA y hay que decirlo: Existen grupúsculos bien identificados que impulsan la desestabilización; sin embargo, lejos de tener éxito, están siendo señalados. Maestros y estudiantes, en su gran mayoría, viven resueltos a que los tiempos del oscurantismo universitario no retornen.
Debería estar enterado que hay una lista de varios personajes con negros antecedentes, ligados a la actividad académica, instigadores a la anarquía estudiantil, que han sido denunciados por su activismo desquiciante dentro de la universidad, situados lejos del reclamo y la lucha interna correcta en defensa de sus derechos.
A los que me refiero son parte de esos grupúsculos y usted se agregó por cuenta propia. Es decir, se puso el saco.
En mi comentario, utilicé términos plurales, subrayando: “ESTÁN SIENDO SEÑALADOS”.
Creo que lo traicionó la conciencia.
Se aceptó con profesionalismo su derecho de réplica.
Acepte con el mismo gusto mi contrarréplica.
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EL SENADOR MARTÍ MATRES le puso el cascabel al gato con su iniciativa de reformas a la Ley de Aguas Nacionales, que va encaminada a echar para abajo las concesiones amañadas que buscan lucrar y sangrar al pueblo.
Está en proceso.
Puebla es uno de los Estados que privatizó el servicio de agua potable a pesar de la inconformidad de la mayoría ciudadana. Los abusos han sido mayúsculos, con tarifas excesivas y el bloqueo del vital líquido a las familias que no paguen. Si fuera poco, el SOAPAP sigue funcionando, lo que en su momento fue denunciado como una de las cajas chicas de la familia morenovallista.
Ayer, el Senador Alejandro Armenta dejó claro que velará porque se homologuen las leyes federal y estatal.
El tema da para mucho.