La lealtad es una de las cualidades más incomprendidas.
Por supuesto que existe; dificulta encontrarla.
Fidelidad, nobleza, son sinónimos de lealtad complicados de localizar en la práctica de la vida diaria, en la política y el periodismo.
Por eso causa sorpresa, extrañeza y hasta malestar en las filas morenistas, que algunas figuras que combatieron con uñas y dientes a Alejandro Armenta pidan ser incorporados a sus filas y se les brinde la oportunidad.
Desde mi punto de vista el senador está actuando de manera congruente y sensata, conforme a su discurso de puertas abiertas, de respetar derechos políticos y las aspiraciones legítimas de hombres y mujeres.
Si usted ve por ahí a Fernando Manzanilla, Enrique Doger, Antonio Gali junior, por citar a una tercia tenebrosa, no es por ingenuidad, palabra que no aparece en el diccionario de Alejandro Armenta, sino porque él está cumpliendo con hombría su palabra empeñada de llegar a la elección fortalecidos con la unidad de todos.
Ha tendido la mano y si alguien la muerde lo hará sabiendo las consecuencias.
La traición no debe ser perdonada.
Hoy, al presentar su plataforma ante el Instituto Estatal Electoral, Armenta señaló: “La unidad no es sinónimo de incondicionalidad ni tampoco la unidad se decreta, es un valor como la democracia, la justicia y la libertad; por lo tanto, la unidad no solo debe ser una expresión, se debe demostrar”.
Creo que Alejandro Armenta no quiso utilizar la palabra lealtad, término demasiado elevado que pocos entienden y ejercitan como filosofía invaluable.
POSDATA: El mal ejemplo del delincuente extorsionador, Arturo Rueda Sánchez, de decir que es un perseguido político, está cundiendo entre malhechores. Tal es el caso del presidente del comité municipal del PAN, Jesús Saldívar Benavides, quien utiliza la misma mentira, luego de ser vinculado a proceso por abuso de autoridad y malversación de fondos por 30 millones de pesos durante su gestión como director del CONALEP.
En su momento, Aurora Sierra, quien dirigió el CONALEP II, denunció a Saldívar por acoso laboral. Y aunque ya falleció la exdiputada, el expediente existe.
En respuesta a los dichos del panista, el gobernador Sergio Salomón Céspedes, dijo: “En Puebla, nadie puede decirse perseguido, porque no hay ningún tipo de persecución. Si el dirigente demuestra que no tiene nada que ver en los asuntos en que se ve involucrado, no tendrá ningún problema, pero si tiene responsabilidad, será un juez el que determine acciones”.
La líder de Morena en Puebla, Olga Lucía Romero Garcia Crespo, coincidió con el mandatario y subrayó que las persecuciones se dieron en gobiernos anteriores, en clara alusión a Rafael Moreno Valle Rosas y Antonio Gali Fayad.
La Fiscalía General del Estado y el Poder Judicial tendrán a su cargo la investigación; desde allá se definirá el futuro de Jesús Saldívar Benavides.
Si Rueda Sánchez es un vil delincuente, Saldívar podría convertirse en su compañero del mismo dolor.
directorabcd_reflexiones@yahoo.com.mx