Lilly Téllez arremetió contra la presidenta del Senado, Olga Sánchez Cordero, por negar controversia constitucional a acuerdo del Presidente que mantiene en secreto obras públicas. Foto: Cuartoscuro
La senadora Lilly Téllez llamó “sinvergüenza” a la presidenta del Senado, Olga Sánchez Cordero, por su “servilismo” y “secretismo” al no presentar una controversia constitucional contra el acuerdo del presidente Andrés Manuel López Obrador que declara de seguridad nacional todas las obras del gobierno federal.
Lilly Téllez le reprochó su falta de autonomía ante “tanta sabiduría jurídica y tan poca dignidad” y manifestó que antes respetaba la forma de actuar de Sánchez Cordero al declarar que el Senado carece de interés legítimo para promover la controversia constitucional.
“Grosería senadora, grosería es apoyar el secretismo para hacerle al Presidente de la República, no una caja chica, sino una caja grande de dinero ajeno para él pueda y disponer a diestra y siniestra del dinero de los mexicanos para sus caprichos”.
Lilly Téllez
También la senadora Lilly Téllez le recriminó la falta de transparencia que Olga Sánchez Cordero sea cómplice de mantener en secreto las obras del gobierno federal y que los mexicanos no puedan conocer cómo se gasta, a quién se da y en qué condiciones el dinero todos los mexicanos.
Téllez lamentó que Sánchez Cordero haya jurado guardar la Constitución, pero lo único que ha hecho ha sido guardar “intereses ilegítimos” para obtener favores personales del Presidente, el cual la despidió de forma “humillante”.
“Usted senadora no determina el interés legítimo para promover la controversia constitucional, eso le corresponde a la Corte, usted debió presentar la controversia para defender a la Constitución, que para eso usted está aquí”.
Lilly Téllez
Posterior a la sesión, Lilly Téllez expresó desde su cuenta de Twitter que había alzado la voz desde el escaño al final de la sesión porque Olga Sánchez Cordero había violado derecho de réplica por alusiones del senador José Narro, a quien le reclamó su “cobardía” por faltar a las reglas y preferir acabar la sesión, antes que darle la palabra que por derecho le correspondía.