por: Miguel Ángel García Muñoz
Desde antes que arrancara el nuevo gobierno de la llamada Cuarta Transformación, le comenté a unos priistas que yo veía en el futuro la conformación del PRIMOR.
Su respuesta fue de indignación y casi me dejan de hablar. Parecía que su postura era legítima, más cuando en la pasada elección se conforma de manera parcial el PRIAN con la complicidad del PRD.
Sólo que en plena cúspide del poder presidencial, la hora de la verdadera definición ha llegado.
Primera llamada: Alejandro Moreno, alias “Alito”, tiene una posición de privilegio en la Cámara de Diputados y no es por gracia de la divina providencia, dejando que Campeche pasara a manos de Layda Sansores.
Segunda llamada: López Obrador ha convocado a los próximos ex Gobernadores, entre ellos Quirino Ordaz, el mejor calificado en el país que extrañamente perdió la elección en Sinaloa ante MORENA, uno de los bastiones fuertes del priismo, para convertirse en Embajador de México en España.
Tercera llamada: El Jefe del Ejecutivo federal dijo hoy que, “la Reforma Eléctrica presentada es una oportunidad histórica para que el PRI defina su postura a favor o en contra. Cada quien tiene que asumir su postura. El PRI tiene una oportunidad para definirse. ¿Va a seguir con el salinismo como política o va a retomar el camino del Presidente Cárdenas”?
“Es una oportunidad histórica para el PRI de definición”.
Dicen que hay que ser muy pendejo para pelearse con un Gobernador, menos con el Presidente.
El PAN ha emplazado al PRI, señalando que si acepta la invitación, se acaba la coalición “Va por México”.
Que decida el PRI: PRIMOR o PRIAN.
En política todo puede pasar. No hay lealtades, únicamente intereses.
Aunque también se dan las raras excepciones.
Una pregunta: ¿Pues no que en el PRI reside la escoria, la perversidad, la corrupción e impunidad, al igual que en el PAN y el PRD, siendo parte del discurso del morenismo y de López obrador, ayer y ahora, aunque todos son egresados del priismo?