Vivimos una aparente democracia en un país dividido por rencores, envidias, ambiciones y confusiones.
Si se llegó a pensar que los Gobernadores que ganaron por MORENA aplicarían una política similar a la del Presidente Andrés Manuel López Obrador, debo decir que es una verdad mentirosa, porque algunos ven las cosas de diferente manera y actúan de acuerdo a conveniencias personales y de lo que requieren sus administraciones.
El ejemplo más cercano es Miguel Barbosa Huerta, quien luego de iniciar un gobierno convulso a finales de 2019 por lo sucedido con los esposos Moreno Valle Rosas, la gestión corrupta de Guillermo Pacheco Pulido y la pandemia, las encuestas lo colocaban como uno de los peores mandatarios, repuntando en los últimos meses en las preferencias ciudadanas.
Siempre ha reconocido Barbosa respeto a López Obrador y el trabajo coordinado de su gobierno con la federación; sin embargo, ha reclamado con justa razón la concentración federal de medicamentos y vacunas Covid-19 que escasean en Puebla; ha variado en la estrategia contra la peste; se escuchan sus reclamos por los recursos del presupuesto que ha tenido que utilizar de manera urgente para preservar la salud de los poblanos, sin dejar de destacar que ha abierto las puertas a detractores de él mismo y del Jefe del Ejecutivo federal.
Mientras López Obrador quiere esfumar a organismos autónomos, Miguel Barbosa recibe a la Comisionada del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), la poblana Blanca Lilia Ibarra, entablando una relación cordial de cooperación y respeto; es entrevistado por Adela Micha, considerada por AMLO como parte de la mafia comunicacional; también se muestra cálido con los Periodistas que lo tundieron hasta con la cubeta durante la campaña interna de MORENA en 2018 y antes de la elección del mismo año, pues la mayoría apoyaba a Martha Erika Alonso Hidalgo.
Son diferentes formas de hacer política con sus respectivas consecuencias.
Se entiende, aunque no se justifica el comportamiento del poder.
El mismo poder que, en la realidad, es el que manda, NO “el pueblo sabio que pone y quita”.
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EL PERIODISTA Rodolfo Ruiz Rodríguez, publicó en su periódico digital e-Consulta una lista de medios de comunicación y de personas físicas que se supone son Periodistas, que habrían recibido dinero del Congreso del Estado por indicaciones de Gabriel Biestro Medinilla, aunque la Presidenta de la Junta de Coordinación Política, la Diputada Nora Merino Escamilla, sea quien cargue con la responsabilidad.
La cuenta supera los 10 millones de pesos amparados en convenios publicitarios de abril a agosto de 2021.
No estoy enterado si el Congreso tiene que licitar este tipo de concesiones. Lo que sí sé es que tiene libertad de hacer convenios publicitarios con quien le venga en gana, mientras no sean ilegales. Lo raro es que aparezcan en la misma relación medios de comunicación serios y otros inventados o que nadie conoce; asimismo, Periodistas tramposos y extorsionadores, con algunos de trayectoria profesional y correcta.
Se pregunta Rodolfo Ruiz, quien por cierto es de los Periodistas incómodos para algunos poderosos, si el dinero es para verter elogios o callar críticas. Metiendo mi cuchara, yo diría que es para ambas cosas. Y agregaría una más: Es una fracción de la apuesta al futuro político de Gabriel Biestro Medinilla.
¿Sabrá de esto el Gobernador Miguel Barbosa?
No lo sé.
De lo que estoy seguro es que Biestro tiene ambiciones políticas legítimas, como muchos otros políticos, pero parte de esa apuesta que hace es espiar, atacar y hacer lo imposible porque no pase en Puebla el Senador Alejandro Armenta Mier.
¿Debería saber Gabriel Biestro que, pase lo que pase, el Senador Armenta aparecerá en las boletas de Gobernador en 2024?