REFLEXIONES

Este tipo de comportamiento es inherente al ser humano.
Así actúa en estos momentos Facundo Rosas Rosas, ex Secretario de Seguridad Pública durante el sexenio del gobierno nefasto de Rafael Moreno Valle Rosas. Incluso reta al actual Jefe del Ejecutivo poblano, Miguel Barbosa Huerta, diciendo que si tiene pruebas de las acusaciones que le hace de criminal y delincuente, que las presente.
Pues no solamente su pasado oscuro en la administración de Felipe Calderón Hinojosa es objeto de escrutinio, específicamente por su participación en el operativo “Rápido y Furioso”, sino también se le investiga por terrorismo y acopio de armas de la SEIDO, por lo que tramitó un amparo desde el 4 de febrero reciente.
Rosas Rosas, uno de los hombres de confianza de Genaro García Luna, encarcelado en Estados Unidos, es tan cínico que asegura que pagó 500 mil pesos por la muerte del niño José Luis Tlehuatle Tamayo, aquel 9 de julio de 2014, cuando cuerpos policíacos interceptaron a campesinos de Chalchihuapan que realizaban una marcha legal hacia el centro de la capital poblana para protestar por el retiro del registro civil a su Junta Auxiliar.
En su momento, se aceptó que fue una bala de goma la que quitó la vida al menor, ahora Facundo asegura que fue una granada. Fueron aprehendidas 11 personas, 5 policías y 6 pobladores, todos chivos expiatorios, porque los verdaderos criminales se escondieron tras el escritorio dando órdenes y tapando con declaraciones la detestable acción, empezando por Rafael Moreno Valle Rosas; Luis Maldonado Venegas y sus piedras de gran calado; Jorge Benito Cruz Bermúdez, hoy Magistrado del Tribunal Superior de Justicia, culpando a los campesinos; Juan Pablo Piña Kurczyn y sus cabezas de cochino que comparó con las del ser humano; Facundo Rosas, echándose la culpa para no manchar más la imagen de Rafael e impedir con ello su aspiración presidencial que, finalmente, se la cobró el destino de manera trágica aquel 24 de diciembre de 2018.
En su momento fue señalado de proteger a bandas que traficaban huachicol, pues mandos superiores de la SSP, que dependían directamente de él, fueron sorprendidos infraganti.
Por nada de esto fue separado.
Moreno Valle buscó darle una salida “digna”, al igual que al Fiscal corrupto Víctor Carrancá Bourget. Facundo, fue amonestado (TARJETA AMARILLA) por lo de Chalchihuapan y multado con 500 mil pesos que hasta hoy aclara. Es decir, tasó el morenovallismo el asesinato del niño Tlehuatle como si fuera una res. Únicamente le agregó otros pesitos más que se le entregaron a la señora Elia Tamayo que, se asegura, los depositó en una cuenta bancaria y no los ha tocado, pues espera que los culpables del crimen paguen con cárcel.
Por supuesto que Facundo Rosas Rosas, así como otros delincuentes que esperan se abra su expediente negro, gozan de la presunción de inocencia. Ya se verá el resultado final, si hay voluntad política de usar las leyes para aplicar justicia.
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EL CANDIDATO POR EL PAN A LA alcaldía de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, también hace gala de la fanfarronería, aseverando que no debe nada y que los señalamientos en su contra son pura llamarada de petate. Obviamente, sus apologistas le aplauden.
Los reporteros y dueños de periódicos que le cantaban loas al Gobernador Miguel Barbosa y al Diputado Gabriel Biestro, se han volteado, pues ya salió del corral su verdadero gallo Lalo Rivera Pérez, soportado en “El Yunque”, empresarios y el morenovallismo que ha sabido negociar posiciones a cambio de guardar rencores que destilaron en el desplegado donde le tundieron un día antes de ser destapado por Genoveva Huerta y Marko Cortés.
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