Hizo lo que pudo. El Real Madrid quedó eliminado de la Supercopa de España pese a que su capitán, Sergio Ramos, hizo un esfuerzo por jugar. El central jugó infiltrado por unas molestias en su rodilla. Si bien la lesión no tenían potencial para agravarse, sí hizo que el alma del Madrid no jugara a su 100%.
Es habitual que Ramos juegue con molestias e infiltrado. De hecho, llegó a jugar una final del Mundial de Clubes en 2014 con una pequeña rotura fibrilar. No es dudoso a la hora de jugarse el tipo por el Madrid. Estas molestias, sin embargo, serán seguidas muy cerca por el Madrid al tratarse de una zona tan delicada como la rodilla y no se descarta que tuviera que parar un tiempo. Parece claro que no jugará ante el Alcoyano en la Copa del Rey y que descansará, como mínimo, hasta el duelo ante el Alavés, para el que faltan ocho días.
Zidane no es muy amigo de forzar a sus jugadores y por eso puso a Nacho calentar, pero el sevillano quiso forzar y estar con sus compañeros en la semifinal. Ni siquiera se quedó en el vestuario en el descanso, algo que tuvo que hacer Varane por un fuerte golpe en el pie que también le dejó K.O. Al final Nacho sí tuvo sus minutos.
Ramos, sin estar en plenitud, no hizo un mal partido e incluso fue uno de los grandes peligros del Madrid en ataque en el tramo final. Una vez más acabó jugando de delantero centro buscando el gol de la heróica, pero esta vez no llegó.