MIGUEL ÁNGEL GARCÍA MUÑOZ
A finales del año pasado y en los tres primeros meses del que corre, las universidades públicas fueron hostigadas.
Sus Rectores acusaron de ser perseguidos y señalaron la pretensión de vulnerar la autonomía universitaria. Sucedió con la UNAM, que preside Enrique Graue; la BUAP, en la que despacha Alfonso Esparza Ortíz; la UAC, de José Eduardo Hernández Nava; la UAS, de Juan Eulogio Guerra Liera; la UAIM, de José Concepción Castro Rosales; la UAQ, que encabeza Margarita de Jesús García Gasca, entre otras.
En estos momentos, cuando el Coronavirus produce pánico entre los mexicanos y los habitantes del mundo, son las universidades públicas, sin dejar de reconocer el trabajo y esfuerzo de las privadas como la Iberoamericana en primera instancia, se han dado a la tarea de trabajar a marchas forzadas para encontrar, a través de sus investigadores, las fórmulas para crear las pruebas suficientes que descarten a posibles portadores o que ratifiquen a contagiados.
Han puesto sus hospitales al servicio de sus comunidades; sus Rectores, al mismo tiempo, no descuidan la atención en sus procesos de admisión, en las clases que se impartirán a través de las redes sociales y analizan los beneficios que pueden tener los estudiantes menos favorecidos económicamente.
Sus aportaciones las compartirán con los gobiernos de sus Estados y la federación, sin mezquindad ni egoísmo, pensando en el beneficio colectivo.
En Puebla, Alfonso Esparza Ortiz, labora con responsabilidad obedeciendo los protocolos sanitarios, sin soslayar su tarea y responsabilidad hacia la comunidad universitaria que se extiende hacia miles de familias.
Los investigadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, liderados por la Doctora Lilia Cedillo Ramírez, Directora del Centro de Detección Biomolecular, avanzan en sus trabajos y explican correctamente las medidas que se deben adoptar, empezando por no caer en pánico, pero tampoco en la confianza excesiva, porque es un virus impredecible por su fácil capacidad de mutar. “Lo mejor es estar prevenidos y alertas”, dice, al mismo tiempo que avanza en sus investigaciones al respecto.
Los Rectores, por su parte, de universidades públicas y privadas de todo el país adheridas a la ANUIES, han decidido no retornar a las clases a sus alumnos para protegerlos y ver la forma más adecuada de terminar anualidades, semestres, cuatrimestres y trimestres. El personal académico también es resguardado para evitar contagios.