En medio del confinamiento por covid-19, los Sultanes están de manteles largos.
A pesar de la pandemia por coronavirus, Sultanes de Monterrey está de manteles largos este 20 de mayo al cumplir 81 años de historia que sólo la covid-19 parece interrumpir, ya que los regios nunca habían parado desde su fundación en 1939, pero en esta ocasión sale de sus manos si se podrá jugar o no la campaña 2020; por lo pronto, tienen asegurado su hogar con comodato hasta 2042 para seguir escribiendo más capítulos de vida. Para fortuna del club regio, la pandemia no llegó en el marco del 80 aniversario, algo que sí le tocó a Diablos Rojos del México, que fue creado en 1940; aún así, el Presidente de Sultanes, José Maiz García, confía en que se pueda jugar un torneo corto en el verano y poder sin problemas hacer su segunda campaña en la Liga Mexicana del Pacífico.
Mientras tanto, el festejo de los 81 años se quedó en el tintero, pero el directivo señala que en 2021 podrán celebrar al doble; además, aún quedan más cosas que festejar si se inicia la temporada este año. “Se quería hacer un gran festejo el 20 de mayo, pero no se va a poder hacer nada. Lo único que nos queda es festejar el 15-16 de septiembre o el 12 de octubre, en el Día de la Raza”, dijo. Sin embargo, la contingencia no impide que Maiz tenga muy presente lo más valioso de la historia de su equipo y que es de festejarse, el tener el Estadio Monterrey como su casa, un recinto que tienen asegurado hasta 2042 y que pudo extenderse a 2057, pero las autoridades no lo permitieron. Te recomendamos: eDerby 2020 ya tiene listas las Finales de Zona Norte y Sur “Lo más importante para el beisbol de Monterrey es la inauguración del Estadio de Beisbol Monterrey, porque pudimos tener esos juegos de Grandes Ligas, las Finales con tanta gente (30 mil), cuando en el Parque Cuauhtémoc y Famosa teníamos cinco mil personas”. ¿CÓMO SURGE LA IDEA DE UN ESTADIO MAJESTUOSO PARA SULTANES? En 1986, cuando Sultanes tuvo la Final contra Ángeles Negros de Puebla, en el Parque Cuauhtémoc y Famoso se tuvieron que colocar plataformas detrás de la barda de jardín para meter el doble de aficionados (10 mil) y estando presente el Gobernador de Nuevo León, Jorge Treviño, se le solicitó un terreno y dijo sí, y cedió el que tenían a lado del campo militar, a escasa distancia del Estadio Universitario. “A lo mejor es el estadio que ha salido más barato en todo el mundo porque costó ocho millones de dólares de aquel tiempo, ahorita vale más de mil millones de pesos un estadio de esos. Nos dieron comodato por 25 años a partir que terminó la obra en 1990, luego estuvimos dos años sin comodato. Ahora el comodato estaba aprobado por el Congreso para 40 años más, pero al final de cuentas el Ejecutivo Estatal no permitió más que 25 años más”, contó Maiz, quien vio inaugurar el recinto el 13 de julio de 1990. Las alegrías no tardaron, Sultanes tenía 29 años sin ganar, no lo hacían desde 1962 y lograron romper la racha en 1991 ante Diablos con el estadio nuevo, en el que tuvieron récord de asistencia con 30 mil personas; un año redondo, ya que también tuvieron a los Dodgers en casa. LA PASIÓN POR EL BEISBOL SE VE OPACADA POR EL FUTBOL Entre los 80 y 90, el beisbol era más fuerte que el futbol en Nuevo León, pero con el tiempo esto fue cambiando. Maiz considera cuál fue el factor clave. “Todo eso viene en 1980, cuando quiso entrar Televisa al beisbol y desgraciadamente el presidente de la Liga no quiso que entrara, si hubieran entrado los dos, tuviéramos la misma promoción los dos; fue un error gravísimo, decían que si pasaban los juegos de beisbol en televisión, la gente no iba a ir, es al revés, el estarlo viendo cómo se divierten, es más fácil que vayan al beisbol, es uno de los errores más graves que ha tenido la LMB, no aceptar la televisión abierta”, finalizó.