Sylvain Alighieri, gerente de Incidentes para el coronavirus (COVID-19) en la Organización Panamericana de la Salud (OPS), dijo que una proporción de niños contagiados desarrolla el Síndrome Inflamatorio Multisistémico, que ha provocado la muerte en 135 casos en América.
Informó que menores de edad representan el 6% del total de casos COVID-19 contabilizados en América, y alertó que algunos niños desarrollan un cuadro clínico severo de este Síndrome Inflamatorio Multisistémico tras un contagio. En rueda de prensa virtual, el experto de la OPS señaló:
“Desde mayo de 2020, 24 países y territorios de América han notificado 6 mil 681 casos confirmados acumulados del Síndrome Inflamatorio Multisistémico, incluidas 135 defunciones”.
Síndrome Inflamatorio Multisistémico
También habló la médica y salubrista Carissa Faustina Etienne, directora general de la OPS, con relación al rezago en la vacunación de enfermedades que ya no deberían representar un riesgo en la actualidad:
“Las consecuencias han sido devastadoras (porque) más de 300 mil niños, principalmente en Brasil y México, no recibieron inmunizaciones en 2020, dejándolos vulnerables a infecciones prevenibles, pero mortales. Vemos descensos peligrosos en la vacunación contra sarampión en toda nuestra región”.
OPS contra el rezago
El Síndrome Inflamatorio Multisistémico es una complicación poco común pero grave asociada con niños con COVID-19: afecta diferentes partes del cuerpo con una rara inflamación en corazón, pulmones, riñones, cerebro, piel, ojos u órganos gastrointestinales.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos explicaron:
“Los niños con Síndrome Inflamatorio Multisistémico pueden tener fiebre, dolor abdominal, vómitos, diarrea, dolor de cuello, sarpullido, ojos inyectados en sangre o sensación de cansancio adicional. Todavía no sabemos qué lo causa”.
Los CDC exhortan a acudir inmediatamente al médico si se experimenta lo descrito. Otros síntomas de alarma son dificultad para respirar, dolor o presión en el pecho que no desaparece, confusión, incapacidad para despertarse o permanecer despierto, labios o cara azulados o dolor abdominal intenso.