Un aspecto de la pandemia de coronavirus que afecta a México y el mundo es la nueva realidad que viven los estudiantes en las casas, donde desde secundaria, preparatoria y las universidades, se sienten abrumados, desmotivados, aislados y estresados.
En Puebla, existen pequeños problemas en las universidades, pero en diferentes países sucede lo mismo. Estados Unidos y España, por mencionar algunos, toman medidas para solucionar el problema.
El periódico estadounidense Los Angeles Times aborda el problema en las escuelas llamadas high school, que corresponden a nuestra secundaria y preparatoria: Las cargas de clase son rigurosas y el problema se complica al trabajar con una computadora portátil prestada de la escuela y la familia abarrotada en la sala de estar. La mayoría de estudiantes tiene problemas para conciliar el sueño y se acuestan cada vez más tarde.
Tareas que eran fáciles y rápidas, ahora tardan horas y días. No hay concentración. No hay alguien que dé instrucciones. En California llevan tres semanas cerradas las escuelas. Son seis millones de estudiantes en sus hogares navegando en línea y aprendiendo a distancia.
“Los niños no van a regresar a sus aulas” este año académico, dijo el gobernador Gavin Newsom, quien reconoció la carga de los hogares con todo el estado bajo su orden de quedarse en casa.
La nueva realidad es que no habrá escuela como la conocemos después de las vacaciones de primavera. No hay baile de graduación, no hay excursiones de fin de año, no hay proyectos para presentar dentro de un aula familiar.
Durante los tres meses restantes del año escolar, los rectores y directores dicen que se requiere paciencia y dedicación por parte de los educadores, la automotivación de los estudiantes que ya están estresados y las acciones rápidas en zonas escolares sumidas en obstáculos burocráticos.
Todos están en etapa inicial, enseñando a los estudiantes, capacitando a los maestros para crear aulas en línea efectivas y conectando a las familias con dispositivos y acceso a internet.
EL CASO DE ESPAÑA
El diario El País relata que, en España, los rectores universitarios están dispuestos a tener manga ancha ante la situación excepcional provocada por la propagación del coronavirus.
Han pensado aplazar materias al curso próximo, reducir el número de horas de prácticas y buscan la fórmula de hacer evaluación continua en línea, según una reunión digital de autoridades educativas de la conferencia de rectores (CRUE) con el ministro de Universidades, Manuel Castells.
Seis rectores representan a las 83 universidades españolas, donde 50 de ellas son públicas.
La intención de la CRUE, es plasmar un marco de actuación común para todo el sistema” y que luego cada institución de acuerdo a su autonomía, lo aplique como desee entre sus estudiantes.
Las universidades y el ministerio tenemos claro que ningún estudiante puede perder curso, afirma Eva Alcón, rectora de la Jaume I en Castellón y participante en la jornada de trabajo.
En España se pasó en 48 horas de la enseñanza presencial a la online. El problema principal lo constituyen las carreras que requieren de prácticas, el servicio profesional, prácticas de campo y laboratorio. Existen en España un millón 100 mil estudiantes presenciales quienes no volverán a clase este curso, además de que hay otros 191 mil alumnos que estudian en línea.
CARRERAS CON PRÁCTICA Y PUEBLA
En general las carreras más difíciles de adaptar en línea por la práctica, son medicina, enfermería, fisioterapia, óptica, biología, química, educación, trabajo social, ciencias de la computación, ingenierías, odontología, podología, farmacéutica, veterinaria y deporte.
En Puebla, se sabe que algunas de las universidades más importantes como la BUAP, la UPAEP, la Ibero y la Anáhuac, han tenido problemas menores de adaptación de la enseñanza presencial a la virtual. En general, entre el alumnado priva la incertidumbre.
En algunos casos, hay poblados en el Estado de Puebla que no cuentan con internet o es muy precario, y ello, además del exceso de tareas.
Quizá la más adelantada es la BUAP, ya que para apoyar la enseñanza durante la contingencia por COVID-19, junto con ocho instituciones integraron la Red de Innovación Educativa (RIE 360), una colaboración interinstitucional cuyo objetivo es impulsar el aprendizaje de los estudiantes y el desarrollo profesional de los docentes, mediante la creación, implementación y evaluación de innovaciones educativas.
La red se conforma por la BUAP, la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, así como las Universidad de Guadalajara, la Universidad Autónoma de Nuevo León, la Universidad Anáhuac-México, la Universidad Autónoma Metropolitana y la Universidad Iberoamericana-Ciudad de México, y busca compartir recursos, experiencias e ideas para desarrollar programas educativos e impulsar el aprendizaje de los estudiantes durante esta emergencia sanitaria.
La BUAP pone a disposición de las comunidades universitarias sus Tutoriales para Continuidad Académica, un sitio con alternativas de capacitación y uso de herramientas que ayudarán a migrar la práctica docente a un entorno digital e impartir clases en línea o a distancia.
Ante la contingencia, universidades de todo el mundo decidieron llevar a cabo sus clases de forma virtual. Pero la pregunta sigue siendo qué tan preparados están para este reto. Para varios directivos de instituciones de educación la experiencia es fundamental, así como la tecnología utilizada. Es por lo mismo que muchos tienen la confianza de poder gestionar esta modalidad con la menor cantidad de inconvenientes.
Sin duda el mundo no volverá a ser igual, una vez que pase la pandemia de coronavirus.
En fin, como escribió Mario Benedetti (Uruguay, 1920-2009) en su poema Seré Curioso:
aquí en la calle
suceden cosas
que ni siquiera
pueden decirse
los estudiantes
y los obreros
ponen los puntos
sobre las íes
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