REFLEXIONES
Periodismo con Historia
(Diario ABC Puebla)
Por: Miguel Ángel García Muñoz
La frase extraída de la obra “Hamlet” de William Shakespeare, pasada a la posteridad, puede ajustarse al papel de los periodistas que enmarcan su profesión en el sentido estricto de la objetividad y la crítica, negando sistemáticamente la posibilidad de tener simpatías políticas, como si estuvieran ajenos a las batallas culturales y a la elección de los mejores gobernantes que coadyuven a la construcción de una república justa, donde la legalidad sea parte esencial de la democracia.
El comportamiento de un periodista tiene que ceñirse a la ética de sus deberes morales y de conducta, lejos de la perversión y de aquellos códigos deontológicos construidos a principios del siglo XX por asociaciones europeas, norteamericanas y mexicanas, como si fueran dueñas de la verdad.
Hace rato compartí una foto donde aparezco junto al senador Alejandro Armenta, señalando que él será candidato y gobernador de Puebla.
No faltaron las ofensas de aquellos que le apuestan a otro aspirante; algunos más, se sintieron indignados porque un periodista expresa lo que siente y piensa, como si no fuéramos ciudadanos con derecho a votar y ejercer la libertad de acción y pensamiento, el tesoro más preciado en la sociedad después de la vida.
Los periodistas que dicen no tener simpatías son unos mentirosos.
Existen los vivales que juegan a dos o tres cartas para no fallar en su apuesta, sin importar si llega a gobernar un ratero, un personaje sin escrúpulos o un protector de delincuentes.
Entiéndase: Los periodistas tenemos la obligación de investigar, escribir, hablar e incluso orientar sobre lo mejor que puede convenir a un pueblo. Toca a la gente actuar conforme a su criterio y visión personal.
El periodista no debe estar sujeto al egoísmo, sino a construir en lugar de destruir llevados por la ambición de sus falsos conceptos.
He venido diciendo, desde hace más de un año, que vienen los tiempos armentistas. Puedo equivocarme si los entes malignos hacen una travesura. Sin embargo, a estas alturas, el senador lidera todas las encuestas de empresas serias, avalándolo los sondeos internos de Morena en OPINIÓN, HONESTIDAD, CERCANÍA A LA GENTE, RESPETO A LAS MUJERES, CONOCIMIENTO DEL ESTADO, CUMPLIDOR EN LO QUE DICE, SER UN BUEN CANDIDATO, INTENCIÓN DE VOTO, PREFERENCIA CIUDADANA.
Su ventaja en todos los rubros es abrumadora por más de 14 puntos sobre sus más cercanos perseguidores, Julio Huerta, José Antonio Martínez García, Ignacio Mier Velazco, Claudia Rivera Vivanco y Olivia Salomón, en ese orden.
Hoy, poco después de la rueda de prensa de Alejandro Armenta, el diputado plurinominal Ignacio Mier realizó la suya, deslizando que ya empató las encuestas, después de conocer la elaborada por uno de sus apologistas, quien no tuvo empacho en confesar un “secreto”: haber sido encargado de hacer el trabajo a petición de Beatriz Gutiérrez Müller, dando a entender que es protegido de la esposa del presidente y por el propio López Obrador.
Si así fuera, no lo pregonarían.
Vivillos los muchachones.
La consigna es espantar con el petate del muerto.
Si la advertencia del presidente es que no habrá “dedazo”, Nacho, el protector de delincuentes, está empeñado en utilizar el nombre del jefe del Ejecutivo y de su esposa a costa de lo que sea.
Los ciudadanos y los aspirantes confían en la palabra presidencial.
No tengo duda de que hay grupos que quieren tumbar al senador, despreciando al pueblo, el verdadero pueblo que es el que pide que Armenta sea candidato y gobernador.
POSDATA: En potencial de voto, Mier Velazco está muy lejos de Armenta. Morena requiere garantía de triunfo en el cuarto Estado más importante del país como es Puebla.
En tendencia de conocimiento la diferencia es brutal: Armenta arrasa por más de 20 puntos a Ignacio Mier Velazco. Dato curioso: El senador ha caminado la entidad de manera reiterada. Lo conocen y lo apoyan en los 217 municipios. En muchos ha realizado hasta 20 reuniones ciudadanas. Las estadísticas no fallan y los testigos, los propios ciudadanos, dan fe de lo expuesto.
Ya son 34 años de brega política de Alejandro Armenta, que ha sabido conjugar con su preparación académica que lo tiene a un paso del doctorado.
Al diputado plurinominal no lo quieren ni en Tecamachalco, su terruño. ¡Qué pena!
Si no bastara, Mier Velazco ha dicho que la educación y la titulación son una farsa.
Urge que reabran “La Castañeda” para que allá haga campaña el protector de delincuentes.
POSDATA 2: La última encuesta del periódico La Razón, aparecida el fin de semana reciente, también coloca a Armenta en la cúspide.
POSDATA 3: Con la libertad periodística que ejerzo con ética personal y convencido porque así conviene a Puebla en eficiencia y eficacia en la gobernanza, Alejandro Armenta debe ser candidato y gobernador.
directorabcd_reflexiones@yahoo.com.mx