Hoy concluye un sexenio que dejó mucho de que hablar, sobre todo en temas de persecución política, odio, venganza, robo, muertes y abuso de poder.
Y es que hay que recordar que tan sólo en este sexenio que inicio en 2018, inició con la muerte de Martha Erika Alonso a tan sólo diez días de tomar protesta como gobernadora de Puebla.
Tras el deceso de la exgobernadora, el secretario de Gobernación Jesús Rodríguez Almeida asumió interinamente la gubernatura del 24 de diciembre del 2018 al 31 de enero de 2019, como encargado del despacho.
Después, el Congreso del estado de Puebla nombró a Guillermo Pacheco Pulido como gobernador constitucional el 1 de agosto de 2018 hasta el 13 de diciembre de 2022, fue aquí donde empezó a quebrarse Puebla, pues este personaje acompañado de su coordinador de comunicación Fernando Crisanto en dos años saquearon todo el capital que le pertenecía al Estado, amenazando a todo aquellos que estuvieran en su contra.
Fue entonces cuando llegó Miguel Barbosa Huerta como gobernador del Estado de Puebla, que bajo la misma línea de odio y rencor se fue contra algunos medios de comunicación que exhibían las irregularidades, chantajes, robo y abuso de poder que ejercía junto con su a más allegada Verónica Vélez, que ocupó su privilegiado puesto para amedrentar e incluso sacar de prisión a su hijo de sus actos delictivos.
El 13 de diciembre de 2022 Miguel Barbosa murió, acabando una dictadura y tomando su lugar Sergio Salomón Céspedes que entre su lealtad al barbosismo y morenovallismo trató en su momento de impedir la llegada de Alejandro Armenta a la gubernatura, al no poder detener la corriente armentista no le quedó otra opción que sumarse.
Ante todas estas bajas y desafortunados eventos del sexenio más atropellado en el Estado de Puebla, iniciará una nueva era para Puebla, un gobierno liderado por Alejandro Armenta, una persona que ha estado cercana a las y los poblanos, que ha recorrido las calles y que a diferencia de varios exgobernadores que han llegado a casa Puebla, Armenta ha demostrado su humildad y sencillez hacía los que más lo necesitan, y bajo los códigos morenistas de no mentir, no traicionar y no robar, Alejandro Armenta prometió trabajar a favor de Puebla sin distinción, ni fobias, para hacer de una Puebla mejor.
Enhorabuena y bienvenido el nuevo gobierno, un gobierno que será liderado por “un político de carrera, conocedor, empático, capacitado y visionario”, pero que sobre todo a trabajado Por Amor a Puebla.