Por: Giovanny García
Ciudad de México. – Caravanas de autobuses provenientes de distintos estados de la república, desfilaron por todas las autopistas del país para estar cerca de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en su toma de posesión, en el Congreso de la Unión, y al recibir el bastón de mando de manos de Andrés Manuel López Obrador en el zócalo capitalino.
Desde temprana hora salieron con destino a la plaza de armas. El objetivo era claro: estar presentes en la entrega del bastón de mando por parte de Andrés Manuel López Obrador hacia la primera mujer presidenta en la historia de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
Nadie quería perderse el acto histórico, inédito para los mexicanos. Adultos mayores, madres y padres de familia, jóvenes y niños, acudieron para presenciar el acto que marcará historia en la memoria del pueblo.
El escenario lució espectacular; cientos de miles de almas en una misma sintonía, rodeados por la bella arquitectura colonial.
En el centro, la bandera tricolor ondeado orgullosa siendo fiel testigo de la presencia de los invitados a la fiesta que fortalece la construcción del segundo piso de la cuarta transformación.
Pero, no solo mexicanos se dieron cita, también extranjeros querían formar parte de la historia, pues había gente que reservó desde hace cuatro meses para venir a México a ser partícipe de la fiesta democrática de los mexicanos.
Desde canadienses hasta japoneses se podían observar en las calles de la capital mexicana.
Invitados especiales, como el gobernador electo de Puebla, Alejandro Armenta, acudieron con orgullo para brindar su apoyo a la presidenta de México.
La piel se eriza, un nudo en la garganta se forma al ver a los mexicanos unidos en busca de un solo propósito enmarcado en el bien común.
Disfruten mexicanos, disfruten su nueva historia; disfruten a la primera mujer presidenta de México, porque esto no se vive todos los días.