“Sí, los mejores se van primero,
porque vencen su miedo
cuando el resto se paraliza,
porque les nubla el amor al prójimo
no obstante nuestra ingratitud…”.
Abel Pérez Rojas
El homicidio de Humberto Rojas Landa, mejor conocido como Doctor Cosquillas o Solecito, a manos de un ladronzuelo, me sacudió, me sumió en shock y finalmente me hizo llorar de rabia y coraje, por confirmar una vez más que siempre los mejores se nos adelantan en el camino a la muerte.
La semana pasada Doctor Cosquillas estaba en una cafetería cuando de repente ingresó un ladrón y procedió a despojar a los presentes de sus carteras y teléfonos móviles.
Por alguna situación, al parecer el ladrón le iba a disparar a una madre y su hijo, pero Cosquillas se interpuso en el camino del proyectil y quedó gravemente herido.
El ladrón huyó llevándose un teléfono móvil como botín.
Veinticuatro horas después Doctor Cosquillas falleció.
La rabia y tristeza se desbordó viralmente en las redes sociales cuando se supo de la noticia y cuando más personas se enteraron de quién era y qué hacía la víctima.
¿Quién era el Doctor Cosquillas o Solecito?
Humberto era de profesión médico, pero durante poco más de veinticinco años se caracterizó de payaso para llevar alegría a los niños enfermos, especialmente a los infantes con enfermedades terminales.
Su inspiración fue el célebre Hunter Doherty “Patch” Adams, quien saltó a la fama mundial gracias a la versión fílmica de su vida realizada en Hollywood.
Doctor Cosquillas era un convencido de que la alegría y la risa son medicina para los convalecientes, más cuando se trata de niños.
Se especializó como cuentacuentos y convenció a un grupo de amigos para que se sumaran a su labor de alegrar la vida de los menores agobiados por las enfermedades.
Humberto daba todo para conseguir su cometido a favor de la infancia.
Yo conocí en Sabersinfin.com a Doctor Cosquillas desde que se hacía llamar Solecito, pues era asiduo colaborador del programa Ciber Peques que conduce y produce mi querida amiga Eunice Gil.
Los videos dan testimonio de su pasión y amor hacia la infancia.
Lamento no haber convivido más con Humberto y con Doctor Cosquillas.
Mi coraje se acrecentó cuando supe que no había recursos para sepultarlo, porque una vez más confirmé que los seres bondadosos dan hasta lo que no tienen por las causas nobles.
Me entristece que una familia se haya quedado sin alguien tan amado como Humberto.
Me duele que los buenos de este país hayan perdido de sus filas a Doctor Cosquillas.
Exijo, seguramente a nombre de millones – en verdad que no exagero, pues la noticia se hizo viral-, que se capture al o los responsables y que por ningún motivo alcancen fianza o libertad bajo caución.
La Fiscalía General del Estado de Puebla no puede fallar por ningún motivo en este caso.
Le pido al Gobernador del Estado, Miguel Barbosa Huerta, que dé seguimiento personal al asunto para que no quede en el olvido.
A quienes quieran apoyar a la familia de Doctor Cosquillas lo pueden hacer a la cuenta: BanCoppel número 4169 1604 1207 3893 (los depósitos se pueden realizar en Oxxo).
Seguirás enseñando con tu ejemplo querido Doctor Cosquillas.
Descanse en paz.
Nos vemos la próxima semana. Te espero.
Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es escritor y educador permanente. Dirige Sabersinfin.com